Proseguimos con nuestra Comunidad Autónoma en cuanto a los homenajes que por sentido común debemos otorgar a nuestro ilustre escritor.
MIGUEL ESTEBAN (TOLEDO)
No es menos esta población en prestar un recuerdo a Miguel de Cervantes. En esta ocasión mediante un monumento original y fuera de los normales modelos esculturales que solemos encontrarnos, pues el Quijote que se nos presenta es de “altura” y además con un aspecto envalentado, pero sin Rocinante y sin bacía en la cabeza.
El monumento está localizado en la Plaza de El Molino, por la existencia de un modelo y en una esquina del parque dentro de un parque-jardín, aparece un jardín más pequeño cuadrado cubierto en sus bordes laterales y en todo su perímetro de plantas arbustivas muy cuidadas y en la parte central un cúmulo de enormes piedras, sobre las que, en un lateral de una de ellas y en su borde, nos encontramos sentado a don Quijote blandiendo la espada con la mano adelantada y en su mano izquierda extendida un libro abierto y al lateral se aprecia la funda de la espada y en la parte inferior una rueda de carro, acompañado en si lateral de las rocas distintas pieza metálicas representativas.
Es de hacer notar que en esta esquina es el lugar donde confluyen las direcciones de las carreteras a Alcázar de San Juan, El Toboso, Quintanar de la Orden y Puebla de Almuradiel.
Además, numerosos expertos en Cervantes, indican que de aquí partió la idea que para que Cervantes decidiera escribir la obra, apoyado por dos personajes amigos que también ejercían el mismo trabajo.
PEDRO MUÑOZ (CIUDAD REAL)
Aunque no existe un monumento escultórico especialmente dedicado a Cervantes o a su obra, hemos seleccionado esta población como modelo de un tipo de propuesta de recibimiento a los visitantes en muchos de los municipios de Castilla – La Mancha que prácticamente está instituida en toda la región.
A la entrada de la población nos encontramos con un mural de mampostería de piedras, totalmente encaladas y en donde, de forma paralela al muro, aparece siempre la estatua del caballero Quijote con su espada, adarga y montando a su fiel Rocinante, todo ello en forjado de hierro plano de color negro.
Este tipo de escultura lleva consigo alguna leyenda afirmativa de la localización y en este caso podemos leer “Un lugar de la Mancha. Pedro Muñoz “, y también adjuntamos los de Argamasilla de Alba y Villarrubia de los Ojos, entre otros.
