Aunque de forma muy espontánea en nuestro paisaje es relativamente más o menos frecuente encontrarnos con Fincas de Campo con una completa gama de instalaciones y de construcciones que tienen distintos fines.
En uno de los casos se conforman como fincas dedicadas a la caza, tanto a nivel deportivo como profesional, donde su suelen organizar periódicamente cacerías organizadas, con instalaciones que pueden incluir alojamientos para descanso, aunque no son de las construcciones más frecuentes en nuestra zona de reconocimiento.
En un segundo caso nos encontramos aquellas fincas eminentemente agrarias donde las superficies de cultivo permiten disponer de construcciones, no solamente para el almacenamiento de maquinaria y aperos, sino también para lugar de residencia de empleado de mantenimiento de las instalaciones de forma fija, existiendo otras de menor importancia que disponen de nave y edifico de casa-hogar, pero sin empleado encargado.
En la zona hemos podido disponer de pequeños núcleos de construcciones donde incluso se realizaba la elaboración de vino, en instalaciones adecuadas para su elaboración, con descargadero, prensas y tinajas de barro que hoy en día han desaparecido y se encuentran en ruinas por abandono de su utilización, pero que en cierto tiempo tuvieron su gran utilidad.
En algunas de estas instalaciones incluso se pueden ver balsas de riego con sus instalaciones correspondientes, así como la mayoría de ellas disponen de pozo con instalación eléctrica, bien para riego por goteo y también para explotación con pívots, que en años anteriores se utilizaban para la utilización de riegos por aspersión, especialmente para cultivos de tipo extensivo como maíces, cebada, girasol, alfalfa, remolacha y otros cultivos, hoy en día desaparecidos si exceptuamos le cebada, como cultivo que sigue permaneciendo.
Aunque de forma menos apreciable en pleno campo, siguen apareciendo en nuestro paisaje algunos edificios protegidos con alambradas, setos o arboladas, que se utilizan como chalets de descanso y asueto, provistos con su correspondiente instalación eléctrica, pozo de riego, piscina y zonas de recreo y esparcimiento, generalmente próximos a las poblaciones y núcleos urbanos.
Por supuesto que no es necesario describir el paisaje que se produce en la mayoría de las entradas a la población, no en cuanto a los polígonos industriales, sino a las zonas de chalets que abundan en la mayoría de las localidades y, por supuesto, al paisaje típico y característico de Las Lagunas de Ruidera.
