Nuestras cuevas que vamos enumerando proporcionan curiosidades importantes a lo largo de su curiosa trayectoria.
Una de las que más singularizan su existencia es el gran número que suponen para muchas pequeñas poblaciones la abundancia de ellas y la razón es bien sencilla: no se trataba de bodegas comerciales, no tenían en principio ningún empeño de riqueza económica, sino que eran simplemente una forma de mantener una necesidad para toda la población para consumo de tipo familia, por lo que era una forma individual de disponer de vino para el grupo o conjunto de la agrupación familiar, por lo que cada agricultor realizaba su propia excavación para disponer de una cueva propia, lo que suponía que prácticamente en cada población existieran tantas cuevas como familias del sector agrícola hubiera, y aún incluso sin ser directamente agricultores se podía presumir de tener una cueva, pues además de promocionar el “´líquido elemento” era una manera de mantener su prestigio local.
Por estas individualidades las cuevas eran de pequeño tamaño, muy ajustado y con las necesidades propias de cada viticultor que adecuaba la cueva al posible producto a elaborar. Dado que los trabajos de excavación eran onerosos, los espacios disponibles eran los justos para poder mantener las herramientas del lagar y el espacio para las tinajas y las barricas adecuadas para el mantenimiento de los vinos, por estas causas no es de extrañar a los no especializados en el conocimiento de las cuevas que sorprendan en algunos casos el número tan elevado de cuevas en ciertas poblaciones.
Este es el caso de la localidad que a continuación pasamos a aportar sus datos.
ALCALÁ DE GURREA (Huesca)
Municipio dependiente de la comarca de la Hoya de Huesca, a orillas del río Sotón y a 29 kilómetros de Huesca. Tiene agrupadas las localidades de la Colonia de Tormos y Los Agudos.
Su población en el año 2023 era de 231 habitantes, con una superficie de 7.749 hectáreas y una altitud de 461 metros.
Se encuentra ubicada al suroeste de la provincia en una colina de capas yesosas y donde se hayan algunas colinas. La zona es típica de secano, aliviada por las zonas de regadío, siendo el sector primario de agricultura y ganadería el preponderante.
En su patrimonio se pueden mencionar: la Iglesia parroquial de San Jorge de estilo mudéjar; la Iglesia de San José Obrero y la Ermita de Nuestra Señora de los Agudos; Fuente manantial de “La Fontaneta”; Pantano de la Sotonera y las características cuevas.
CUEVAS
Si bien hemos incluido a esta localidad con cuevas vinícolas, muchas de ellas se han venido utilizando como viviendas de los vecinos en su mayoría, como pueden observarse por su conformación en las fotografías adjuntas.
Se encuentran localizadas en casi todo el perímetro de la población y especialmente en la Avenida y Travesía de San Jorge, al oeste de la población y, en el suroeste, en la calle de Joaquín Costa, entre otras. Tanto las cuevas viviendas como las bodegas subterráneas de elaboración de vinos se encuentran en la misma zona y en los mismos terrenos de forma continuada y adjunta, aprovechando los distintos montículos de aglomeración de tierras existentes.
