Alrededor de 1.000 niños (desde bebés prematuros a adolescentes) viven en nuestro país conectados a una bolsa para recoger su orina o sus heces. Son los pacientes pediátricos ostomizados. No hay datos de cuántos menores están en esta situación en Castilla-La Mancha, pero en el Hospital General de Albacete realizan cada año tres o cuatro ostomías pediátricas. Aunque la mayoría son de carácter temporal, estos niños y sus familias “se enfrentan a una situación muy difícil en la que, de entrada, tienen que asumir la enfermedad y enfrentarse al cuidado de una ostomía, que de por sí es complicado”. Lo explica María Carmen Vázquez, enfermera estomaterapeuta del Hospital General de Albacete. En esta ciudad se acaba de presentar la primera Guía de Atención Integral al Niño Ostomizado en España, un documento “necesario, esperado y muy importante para profesionales y padres”, en palabras de Vázquez.