Ezequiel Cano ha dejado un recuerdo imborrable de persona con unas cualidades humanas que bien merecen considerar con toda admiración y afecto, porque sus condiciones y características personales, humanas, artísticas y sociales demuestran haber dejado una huella de lo que cualquier persona debería disponer en su grupo de cualidades.
No es frecuente encontrarse personas con cualidades especiales como ofrecía Ezequiel, porque estar a su lado suponía estar en intimidad, a gusto con su compañía y su conversación, porque disponía de la verdadera virtud y extraña, de saber escuchar, porque era capaz de meterse en tu conversación y hacerla suya, lo que daba lugar a un grado de familiaridad poco usual en los tiempos actuales.
En su presencia, comentabas algo y apreciabas que conseguía adentrarse en tu comentario y que se empañaba en entenderlo como su fuera suyo, lo que producía una grata sensación de acompañamiento.
Alabar su labor pictórica es poco, pero supone una forma consuetudinaria de ser, de comportamiento, de laboriosidad y de persistencia, pero hemos de añadir por experiencia propia su labor como agricultor, porque me he quedado con el recuerdo de mi última visita al campo, donde pude comprobar la minuciosidad y, ¡cómo no decirlo!, su labor artística, porque no se me puede olvidar la existencia de una espaldera de plantación de olivo que se haya llevado con tanta minuciosidad, que era digna de ser considerada como una obra de arte, recordando la anécdota de unos amigos cazadores que me comentaban, que cuando se apostaban por los lugares de las parcelas que dispone en el término de Arenales de San Gregorio, no podían pasar sin acercarse a comprobar la correcta existencia de la espaldera de olivo de la que se dejaba discurrir mimo, minuciosidad y detales en el cuidado y poda de este árbol, que era arte puro.
Por favor, (por obligación), es necesario que Ezequiel Cano tenga un digno homenaje de Tomelloso, porque hay que reconocer que, en ningún momento, Ezequiel, se ha querido auto alabar, ni pretender ser un personaje importante. Su pueblo debe reconocer que además de sus cualidades artísticas, ha demostrado unos valores humanos que deben de ser correctamente valorados.
Ezequiel has demostrado ser un ejemplo de valores humanos que Tomelloso seguramente ha de calificar en su justa medida. Esperamos que así sea. Te lo mereces.
Ángel Bernao