La Plataforma Sí a la Tierra Viva, que desde distintos ámbitos también está integrada por productoras/es, no puede más que agradecer la sensibilidad y el compromiso social del sector vitivinícola en la lucha contra las tierras raras, que reúne ya a decenas de entidades de carácter social, sindical, político y profesional.
Como llevan tiempo señalando las entidades productoras, el proyecto especulativo de Quantum Minería no implica diversificación, sino alteración y perjuicio a un sector ya consolidado y muy bien posicionado a nivel nacional e internacional que oferta productos de referencia como el vino, el aceite de oliva, los cereales, la producción hortofrutícola y los productos ganaderos, conocidos todos ellos por su gran calidad y que son auténticos embajadores de Castilla-La Mancha.
En este sentido, Sí a la Tierra Viva coincide plenamente con lo expuesto por Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, que ha hecho constar públicamente que el proyecto de Quantum Minería puede tener un impacto negativo en el sector productor, la salud pública y las comunidades locales, perjudicando el futuro de la actividad agraria y suponiendo un factor de riesgo para los recursos hídricos.
Por otra parte, reconocidas entidades como la Fundación Fire o la Fundación Savia también han alertado del impacto negativo del plan de la mercantil sobre el medioambiente y la biodiversidad señalando que este «no compensa en términos ambientales ni sociales» y mucho menos en una época en la que «el elevado consumo de recursos hídricos de este y futuribles proyectos es incompatible con una situación de sequía como la actual, con frecuentes restricciones al consumo humano y el sector agrícola. A mayores, advierten del impacto sobre la salud pública y ambiental de esta actividad extractiva en su fase de refinado, la que los expertos consideran «como una de las más contaminantes y un riesgo para las masas de agua superficiales y subterráneas».
EL SUELO ES UN ORGANISMO VIVO, NO UNA COBERTURA EXTRAÍBLE DE «QUITA Y PON».
Como ya hizo constar Sí a la Tierra Viva durante la celebración del Día Mundial del Suelo el pasado 5 de diciembre, la actividad minera puede provocar erosión de la cobertura edafológica, pérdida de biodiversidad y en definitiva, desertificación, impactando negativamente en la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. Conviene tener en cuenta, además, que la destrucción de la vegetación y la compactación del terreno debido a este tipo de operaciones reduce la capacidad de este para retener agua y nutrientes, afectando al crecimiento de las plantas y la producción agroalimentaria.
Por ello son tan irresponsables las declaraciones de quienes desde el ámbito extractivista, en una ignorancia sin límites, afirman que en Ciudad Real «no se va a hacer ningún daño ambiental» al tiempo que justifican las actuaciones de una empresa que ha sido denunciada recientemente por la Guardia Civil por buscar tierras raras sin licencia en la localidad de Torrenueva saltándose las normativas y autorizaciones más elementales. Todo ello, por cierto, obviando que este tipo de explotaciones generan importantes alteraciones sobre el suelo, su ambiente biológico y su hidrología, con las consecuencias que ello implica.
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