El cambio comienza en casa. Los 135 vecinos del edificio Pedro Sanz Vázquez 10 han decidido formar parte de la revolución energética en Guadalajara conectándose a la Red de Calor de Rebi. Este paso significa abandonar definitivamente el gasóleo como combustible y reducir 306 toneladas de emisiones de CO₂ al año, un dato que subraya el impacto de esta decisión para el medio ambiente.
“Con la incorporación del edificio Pedro Sanz Vázquez 10, la Red de Calor de Guadalajara continúa su crecimiento. Llevamos la energía verde para calefacción y agua caliente sanitaria (ACS) a comunidades que buscan alternativas más limpias y económicas. Los vecinos ahora disfrutan de un sistema basado en biomasa, una fuente de energía renovable que beneficia al planeta y garantiza un suministro seguro y eficiente”, explica David Gómez, el responsable de Red de Calor en Guadalajara.
El corazón de la Red de Calor es la central de producción de calor ubicada en la calle Méjico 45, donde se utiliza biomasa sostenible. Esta central calienta agua a 90 grados centígrados que, a través de un sistema de tuberías preaisladas, se distribuye hasta los edificios conectados. Una vez utilizada, el agua regresa para ser recalentada en un circuito cerrado que maximiza la eficiencia y minimiza el desperdicio energético. Este modelo centralizado tiene ventajas claras, elimina el riesgo de averías individuales, reduce costes operativos y ofrece una solución más respetuosa con el medio ambiente.
“La Red de Calor de Rebi es más que un sistema energético; es un proyecto que transforma Guadalajara en una ciudad más sostenible y consciente. Su impacto se refleja en una calidad del aire mejorada, y aún más ahora con la reducción de 306 toneladas de CO₂. También generamos empleo local porque en Rebi priorizamos la contratación de trabajadores y empresas de la zona, impulsando la economía local y promoviendo el desarrollo regional. Y por supuesto fomentamos la economía circular, porque la biomasa utilizada proviene de limpiezas forestales controladas, lo que ayuda a mantener los montes en buen estado y a prevenir incendios”, añade David Gómez.
En un momento en el que la temporada de frío ya ha comenzado, “los vecinos conectados a la Red pueden comprobar que también existe un ahorro económico en la factura, porque los costes energéticos son más bajos y los hogares conectados experimentan una mejora directa en su economía familiar.
Cada nuevo edificio que se conecta a la Red de Calor es un paso hacia una Guadalajara más moderna y comprometida con el futuro. La incorporación de una comunidad de 135 vecinos refuerza el impacto colectivo de este proyecto, y consolida a la ciudad como un referente nacional en sostenibilidad energética. “Cuando una comunidad como Pedro Sanz Vázquez 10 da este paso, transforma la vida de sus vecinos y envía un mensaje contundente sobre la importancia de avanzar hacia fuentes de energía renovables; no es un número más en la Red de Calor, es un ejemplo vivo de cómo las decisiones colectivas pueden marcar una diferencia real”.
Con esta nueva conexión, Rebi sigue reafirmando su compromiso con un modelo energético que combina tecnología, sostenibilidad y beneficio social. Guadalajara avanza, y lo hace de la mano de sus vecinos.