Propicia, exuberante ,codiciosa, alegre y placentera se nos presenta una primavera que estamos convencidos que llenará de esperanza, de alegría y de prosperidad a todos nuestros vecinos y que ya nos amenaza con ser una diferente de las anteriores, porque el cariño que nos están presentando nuestras primeras flores de los árboles silvestres nos provocan en comenzar en pensar de utilizar nuestras numerosas virtudes para empelarlas en conseguir ser felices y nos propone que seamos solidarios, cariñosos, afectivos, comprensivos y, sobre todo, el saber acaparar nuestros deseos de vivir en familia, arropados por el cariño incansable e imperdurable de nuestros sentimientos más profundos que nunca sabemos expresar y que sentimos en nuestro corazón y en nuestra mente y que si pudiéramos expresarlo de alguna manera sería como estar siempre dispuestos a hacer el bien, a ayudar a los demás, a ser comprensivos, saber entender a las personas y comprenderlas y, especialmente, y, sobre todas las cosas, a sentirse satisfecho personalmente de haber realizado actos y formas de vida que no hayan producido malestar, discordias, enfrentamientos, dudas a los demás, estar en plenitud de conciencia saludable, limpia y aseada de claras gotas de agua natural, pura y sin nada extraño en nuestro contenido, porque esas flores que son las primeras y las que más brillan en su corto ciclo de primavera, son la pauta que debemos seguir para imbuirnos en esa trayectoria que vamos a emprender en esta temporada que debemos saber, ,entender y comprender que disponemos de nosotros mismos para poder satisfacer esa pura limpieza del color de las flores que nos van marcando el camino y la ruta que debemos cumplir para que nos acordemos en todo momento de nuestra verdadera labor en el mundo de la convivencia humana y no esperar que ser limpio en nuestro comportamiento a lo largo de nuestra vida, nos permita sentirnos orgullosos de haber hecho caso a nuestras flores que nos lo están diciendo y no podemos engañarlas, esperando que así se cumpla en la primavera siguiente.
Elegante y cariñosa primavera ¡no te defraudaremos!
Sergio Bernao
