Un inmenso e histórico patrimonio de nuestra península poco protegido y fomentado.
Verdaderamente se hace necesario reconocer que nuestro patrimonio arquitectónico de España es, ha sido y seguirá siendo de los más importantes a nivel mundial.
Muchos de estos monumentos son verdaderas obras de arte provenientes de distintas civilizaciones y épocas y representan, de forma general, las grandes obras arquitectónica y aquellas representaciones naturales de la naturaleza, que también dan imagen de nuestra geología.
Pero, en muchas ocasiones nos hemos olvidado de grandes trabajos y representaciones de tipo, llamémoslas como arquitectónicas, que quedan olvidadas y que representan la idiosincrasia propia, ya no solo de nuestro país, sino que también ocurren en otros del mundo, con la diferencia que en España somos muy olvidadizos, porque para demostrar nuestra importancia se hace necesario engrandecer estas actuaciones de trabajos y obras y darle la importancia que verdaderamente tienen.
¿Cuál es el defecto de que estas actuaciones no hayan llegado a ser tan importantes y trascendentes?
Pues simplemente porque en muy pocas ocasiones se informa correctamente y con toda exactitud de cuál ha sido el proceso desde su origen hasta su terminación, por un lado y en un segundo punto, como no se ha sabido dar la trascendencia y representatividad de estas actuaciones.
Lógicamente entre una de estas actuaciones se encuentran nuestras tradicionales cuevas de elaboración de vinos en cuevas excavadas que proliferaron en toda España con gran amplitud.
En este nuevo artículo ofrecemos la visión de una localidad de la provincia de Burgos donde la trascendencia de la excavación de cuevas para elaborar vino supuso una importante respuesta a las necesidades de sus pobladores.
ROYUELA DE RÍO FRANCO (Burgos)
Municipio y villa situada al suroeste de la provincia, perteneciente a la comarca de Arlanza y atravesada por el río Franco, distando de la capital en 60 kilómetros y se incluye un segundo núcleo de población: La Veguecilla.
Parece que el pueblo fue fundado en el siglo X, aunque la documentación primitiva es del año 1214.
Monumento religioso representado por la Iglesia Parroquial de San Pedro de estilo renacentista con un retablo del siglo XVI, labrado en madera policromada y retablos de Nuestra Señora de la Asunción y de la Ascensión de la Virgen, además del de San Pedro y sus fiestas patronales para el santo el 29 de junio.
Parece que el nombre de Royuela procede de la afección a la planta de este nombre como Rubia tinctorium, planta perenne de la familia de las rubiáceas.
El término municipal abarca una superficie de 5.061 hectáreas y mantiene una población según censo del 2023 de 175 habitantes, siendo, en las fiestas de la localidad y en determinados periodos se llegan a los 1.700 habitantes.
Su altitud es de 845 m.s.n.m.
En la zona suroeste de la población existe un enorme conjunto de cuevas donde tradicionalmente se venía elaborando vino por el sistema típico, llegando a existir unas 300 cuevas.
A lo largo de cerca de 500 metros, se van sucediendo las cuevas en la base del cerro existente hasta llegar al cruce con la carretera BU-V-1042, que cruza el río Franco, proveniente de la desviación de la BU-104.
No vienen utilizándose de forma general, aunque muchas de ellas conservan o almacenan vino para ciertos momentos de celebraciones de grupos de amigos o familiares.