He leído con gran interés el artículo de “recordando el famoso 23 F de 1.981” donde el personaje se encuentra trabajando en el campo y volviéndose a su casa no pudo ni celebrar el cumpleaños de su mujer.
Pues bien, recuerdo aquel día con sorpresa y miedo. Yo estaba estudiando en la facultad y me enteré en el bar, lugar en aquella época donde uno se enteraba de casi todo ya que es donde más tiempo se pasaba, y al no haber un teléfono como ahora disponible me fui en transporte público a mi casa preocupado por mi familia.
Vivía con mi madre y en el portal de al lado vivía su hermano, mi Tío, Blas Camacho, Tomellosero de “pro” y nombrado recientemente Hijo Predilecto de Tomelloso. Casualmente tanto él, Blas, como su mujer, Mary Cruz, se encontraban físicamente dentro del hemiciclo. El como Diputado Electo en esa Legislatura en los escaños del Parlamento y ella en la parte de invitados en la parte de arriba del hemiciclo (ver foto del momento). Al llegar a casa me acerqué a su casa ya que mis Tíos tienen 6 hijos y el mayor en esos momentos de 1.981 tenía 11 años. Estuve toda la noche en su casa hasta que soltaron a mi Tía, entre el público y de madrugada y posteriormente ya amaneciendo al resto de los Diputados. Pasamos miedo, incertidumbre y muchas llamadas por teléfono a casa. No sabíamos nada, únicamente la radio y la televisión. Si nosotros estábamos preocupados, mis Tíos dentro del Hemiciclo me imagino que muy asustados y con la incertidumbre de lo que podía ocurrir.
Hoy en día todavía se recuerda ese momento. Me imagino que cada uno tiene su historia que contar de cómo pasó esos momentos, pero los que realmente deberían contar dicho acontecimiento son los que tuvieron que pasar dentro, “in situ”, ya que no sabían que pasaba fuera, en las calles, en las ciudades, en sus familias…. Ellos sí que son testigo de un momento histórico que debería ser recordado por los principales actores.
Luis Marín Camacho
