El Ensayo Clínico “Corazón y Salud”, desarrollado por un grupo de investigación español de médicos y expertos en ejercicio físico de la UCAM (Universidad Católica San Antonio de Murcia), liderado por las investigadoras Isabel López-Ruíz y Noelia González-Gálvez ha demostrado avances en la mejora de la hipertensión arterial con una dosis individualizada de ejercicio físico combinado de fuerza y resistencia.
El objetivo de esta investigación, desarrollada en Valdepeñas (Ciudad Real), fue comparar los efectos de diferentes programas de entrenamiento individualizado tras 12 semanas de duración sobre los niveles de presión arterial en 100 adultos con hipertensión arterial, de los cuales 51 eran mujeres y 49 hombres, con una edad media de 55 años y todos ellos sedentarios, nunca antes habían realizado ejercicio.
Los resultados significativos de este Ensayo Clínico se han publicado recientemente en una prestigiosa revista científica de alto impacto y han demostrado los efectos del entrenamiento combinado sobre los niveles de presión arterial en adultos con hipertensión arterial, determinando la relación dosis-respuesta de dicho entrenamiento en este grupo de población.
La principal diferencia de este estudio frente a otros estudios publicados hasta la fecha es que se ha utilizado el ejercicio físico como un medicamento. Razón por la que esta investigación supone “un antes y un después” en la forma de tratar la hipertensión arterial, que afecta a un tercio de la población adulta y es responsable de 10,8 millones de muertes al año en el mundo, según explica la investigadora Isabel López-Ruíz, puesto que avala la mejora de la hipertensión no solo con fármacos sino con una dosis individualizada de ejercicio físico.
Todos los grupos de intervención mejoraron significativamente los parámetros hemodinámicos, el perfil lipídico, los niveles de glucosa, la composición corporal y la condición física en comparación con el grupo de control. Los mayores beneficios sobre los niveles de presión arterial sistólica, diastólica y media se consiguieron en el grupo que realizó un programa de entrenamiento de fuerza combinado con entrenamiento de resistencia continuo de moderada intensidad, hasta -13,4mmHg, -6,8mmHg y -8,9mmHg respectivamente.
Otro valor diferenciador a destacar de este estudio es la precisión con la que se programó la carga en el entrenamiento de fuerza, que se determinó a través de la velocidad de ejecución, lo que permitió individualizar el estímulo de trabajo para cada paciente. Con esta cuantificación de la intensidad y el volumen de trabajo se consiguió que todos los participantes realizaran el mismo entrenamiento y alcanzaran un grado de fatiga similar, algo que hasta la fecha no se había conseguido.
El equipo de investigación está formado por Isabel López-Ruiz, de la Universidad Católica de Murcia (UCAM), con la coautoría del doctor Fernando Lozano Ruiz-Poveda, del Hospital General Universitario de Ciudad Real; la doctora María Dolores Masía Mondéjar, del Hospital Universitario San Juan de Alicante; el doctor Juan Ramón Heredia-Elvar, de la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX); y la doctora Noelia González Gálvez, de la Universidad Católica de Murcia (UCAM); y el patrocinio de OxigenoSport &Wellness, Inbody, Myzone y SMT.