No puede ser que las personas a las que más aprecio, mayor sentimiento y afecto intemporal he prestado un especial sentido de amistad y de cariño, desaparezcan, porque en el caso de Paco Zafra para los conocidos, no nos va a dejar nunca, ya que no podemos permitir dejar en el olvido personas que han pasado por nuestra vida dejando huella.
Porque, ese es que el caso de Paco Zafra, que no ha sido nada espectacular, nada tan exorbitante, nada tan exagerado, pero que ha sido algo inolvidables, algo que deja huella, que sin aparentar ser algo fuera de lo normal , lo ha sido, así de sencillo, siendo una personal natural, normal, como todos, sin embargo algo ha tenido en su forma de ser, en su forma de actuar, en su forma de entender las perspectivas de esta vida , que, sin darse cuenta, ha dejado entre todos los que le conocemos un estatus, un sentido que, sin que nos diéramos cuenta ha ido dejando recuerdos, aspectos y creaciones que cuando terminabas de comentar con él esas cuestiones normales de las situación de la vida y de los hábitos de la sociedad, de las personas y de los sucesos cotidianos, te abría una nueva perspectiva y una nueva forma de entender la vida muy simplificada, mucha más simple de lo que nosotros entendemos.
Quiero confesar algo que entre otras muchas cuestiones ha reafirmado mi amistad con Paco Zafra y lo digo como lo siento. En todas las conversaciones mantenidas del tipo que fuera, en mi caso, más inclinadas hacia el campo y la agricultura , siempre me llevaba la misma sorpresa, porque durante la conversación que hubiéramos tenido sobre cualquier asunto, cada uno con sus comentarios y con su forma de entender cada planteamiento, siempre de forma pausada y con sentido positivo, cuando dejabas la conversación, te despedías amistosamente y regresabas a tu casa o a donde fueras después, te quedaba un recuerdo de la conversación y te planteabas las dudas que habías tenido en el tema, dejándote era reconversión de los hablado, haciéndote recapacitar y meditar sobre el tema tratado.
En definitiva, hablar con Paco Zafra era comprender que los asuntos de los temas las distintas conversaciones tienen un razonamiento y crean una sensatez que muchos no sabemos enfocar con la debida certeza, con la debida recapacitación. Paco Zafra te hacía pensar, te hacía dudar, te hacía reconsiderar las situaciones y contemplarlas con distinta perspectiva.
Esa capacidad era innata, pero él no se daba cuenta de la importancia y repercusión de su forma de plantear las situaciones y es el momento de agradecer a personas como Paco Zafra su saber estar en estos momentos en que quieres definirte definitivamente sobre una decisión a tomar o a determinar la solución de algún tema te dabas cuenta que era necesario contemplar los asuntos desde distintas perspectivas y no enrocarte sobre ti mismo como si tu solución fuera la verdadera.
Este mérito, unida su propia personalidad, de hombre serio, formal, pensativo, considerado, apacible que contemplamos desde el exterior era lo que facilitaba que fuera ganando el aprecio de sus amigos, compañeros y demás personas que hemos tenido de mantener trato con Paco Zafra.
Por supuesto que admitimos que además de esa personalidad que manifestaba, también tenía sus momentos de picardía (que los tenía), su momento de aspectos tajantes, que también lo era, pero es importante reseñar que esos momentos de aspectos más activos eran hasta atractivos.
En definitiva, Paco, que te seguiremos queriendo, aunque estés lejos y que muchos, como en mi caso, recodaremos siempre tu natural entendimiento del mundo, de la sociedad y de los actos de los humanos, dando ejemplo de comportamiento y de saber estar.
Espero que cuando nos vayamos a ver, seguiremos charlando como siempre.
Un cariñoso y eterno afecto de tu amigo que te seguirá recordando.
Has dejado una imagen personal, familiar, humana y social que merece un reconocimiento especial
