Tamajón, como tiene por costumbre hacer al inicio de la primavera, ha celebrado este fin de semana el Día del Mayor, en el centro cultural de la villa agallonera.
La primera edición de este evento tenía lugar en 2016. Y desde entonces se celebra anualmente como acto de confraternización entre los mayores de los cuatro núcleos urbanos del municipio: Tamajón, Palancares, Almiruete y Muriel, con la sola excepción de los dos años de la pandemia.
Cerca de ochenta mayores compartían mesa y mantel, y una tarde cultural, en la que actuaba, en el salón de actos del Centro, el grupo polaco Krakus. El ambiente distendido lo presidía la alegría del reencuentro y el recuerdo del pasado, traído al presente.
Julia García Nogueira, presidenta de la Asociación de Mayores que organizaba el acto junto al Ayuntamiento de Tamajón, daba la bienvenida a los presentes. A continuación, el alcalde del municipio, Eugenio Esteban, tomaba la palabra para explicar los proyectos en los que, principalmente desde el área de Bienestar Social, está trabajando el gobierno local.
El regidor afirmaba que el Ayuntamiento organiza el Día del Mayor “con la mirada puesta en el futuro, para seguir trabajando por nuestros pueblos, pero también en el pasado, en este caso, con el agradecimiento hacia todos los que nos han traído hasta aquí”.
El gran proyecto tamajonero de los últimos años es el de la ampliación de la residencia de mayores Virgen de los Enebrales. Como recordaba Esteban, la adjudicación de la primera fase de las obras data del año 2021, habiéndose terminado de ejecutar -esta fase- en 2023. La segunda, se concluía en noviembre de 2024. Y, a continuación, los residentes estrenaban las nueve habitaciones de la planta baja en la ampliación, así como todos los servicios industriales recién instalados, incluido el ascensor y porta-camillas, sufragados estos últimos en un 90% por la Asociación de Propietarios de Terrenos Baldíos de Tamajón gracias a un donativo de 40.000 euros, como recordó, agradecido, Eugenio Esteban.
Ahora, la ejecución de este proyecto, que data de 2018, continúa, de manera que la previsión es que la ampliación de la Residencia, emblemática y necesaria para Tamajón y su comarca, por prestar servicio a los mayores y dar empleo a los jóvenes, se culmine en el ejercicio económico de 2026.
A punto también de concluir está ya un nuevo recinto turístico, que supondrá la extensión del Centro de Interpretación Arqueológica y Paleontológica de Tamajón (CIPAT), dándole continuidad a la maravillosa sala de la evolución humana con una impresionante escena neandertal, tal y como informó el alcalde.
Especialmente emotivo ha sido el homenaje que el Ayuntamiento de Tamajón, en nombre del pueblo, como se pudo comprobar en el centro cultural, le dedicó a Vasilica Harboceanu, alguacil de Tamajón durante 18 años. Nacido en la ciudad de Constanza (Rumanía), con 45 años y tres hijos cambió la costa del Mar Negro por la Sierra Norte de Guadalajara. Electricista de profesión, “nos vinimos a España buscando una vida mejor”, ante un futuro incierto.
Se asentaron en Cogolludo, sin saber una palabra de castellano. Poco a poco, con la ayuda de los vecinos, Vasilica empezó a hacerse entender. Ahora, habla perfectamente el español. Su esposa encontró trabajo precisamente en la Residencia de Tamajón, donde sigue activa. Él hizo lo propio en Humanes, en una fábrica. Pero aquella rutina no estaba hecha para él. Pasado un tiempo, la cambió por el dinamismo del día a día como alguacil del Ayuntamiento de Tamajón. Después de casi dos décadas, el rumano se ha ganado el respeto de todos los vecinos del pueblo con su trabajo. “He procurado echarle una mano a todo el que me lo ha pedido. Así es como yo entiendo la vida”, explica. Con 67 años cumplidos, y 50 años de trabajo en sus espaldas, entre Rumanía y España, recibió el aplauso unánime del pueblo de Tamajón cuando Eugenio Esteban le hacía entrega de una placa conmemorativa. Ahora vecino de Mohernando, Vasilica y su familia han echado raíces en España. “Aquí vamos a morir, cuando llegue el momento. Espero que la gente me recuerde como una buena persona”, terminaba.
Y, para terminar el Día del Mayor de Tamajón, tenía lugar la actuación del grupo cultural hispano-polaco krakus (Cracovia en polaco), dedicado a mostrar en nuestro país el folclore, la música y la danza, la cultura, en lo relativo a sus bailes y cantos regionales, principalmente de la región de Cracovia de aquel país.
Krakus lo integran un coro, un grupo de danza y una mínima, pero excelente, orquesta, con órgano, violín e instrumentos de viento.
Su actuación propuso a los agalloneros un recorrido sonoro por los diferentes paisajes musicales de Polonia, unido por el mismo espíritu nacional. Sus integrantes vestían los llamativos trajes regionales del país, recordando, con sus colores, los grandes y floridos prados de primavera en Cracovia.
El concierto se estructuró en cuatro partes. La primera, con canciones de la Polonia central, de donde es típico el baile Kuyawiak. En la segunda, el grupo mostró los reflejos, en la música popular, de la música clásica escrita por Chopin, Paderewsky y el padre de la ópera nacional polaca Stanisław Moniuszko. La tercera se dedicó a la música del voivodato o región de Lublin. El último, y más emotivo, dejó la esencia de la música polaca en Cracovia.
