En la España oscura tradicional de la primera treintena de siglo XX ocurren los hechos que se describen y narran en la película que con este nombre se rodó en una aldea de Castilla y que fue el ejemplo del bien hacer en el cine y que causó una gran impresión entre los que tuvimos la posibilidad de verla en otros medios de difusión. El ambiente de la película es el clásico de la España negra donde el honor, la honestidad y el prestigio familia está por encima de la economía y del amor.
Los hechos ocurren en la España oscura y los personajes principales son Juan y Acacia, un matrimonio humilde que tienen una hija pequeña de pocos meses y que viven de la agricultura. Todo transcurre normalmente y donde Juan impone siempre su criterio y toma las decisiones de todo tipo. Próxima la fecha de la siega se presenta una tormenta de pedrisco que arrasa todas las cosechas. En tal situación los habitantes deciden irse a buscar trabajo a la capital y se organiza un verdadero éxodo de la población y en ella se incorpora Acacia, porque su marido Juan se encuentra preso por haber pegado a un prestamista. Con muchas dudas, pero pensando en ganar un dinero en otro lugar y convencida por una amiga, intenta llevarse a su hijo, pero Juan se lo prohíbe. Pasados tres años Juan ya ha salido de la cárcel y un día acude con sus amigos a la ciudad y allí se encuentra a Acacia en un bar de camarera. Juan loco de furia arrastra a Acacia y se la lleva de nuevo al pueblo en compañía de su padre que es ciego. Allí la mantienen en su casa al cuidado del niño pero la obliga a que el hijo no sepa que es su madre y dice que estará allí hasta que muera su padre para salvaguardar el honor familiar. Finalmente el padre fallece y Acacia abandona la casa, encontrándose vagando por vario pueblos y se la acusa de robar niños para hacer hechicería por lo que es apedreada. Por último regresa otra vez a la aldea maldita y allí Juan la perdona, permitiendo que el niño bese a su madre.
De esta película se hicieron dos versiones: una muda en 1930 y una segunda ya con voz en 1942 que resultó menos aceptable. Lo curioso es que las dos películas fueron dirigidas por la misma persona: Florián Rey. Este director nació en La Almunia de Doña Godina (Zaragoza) en 1894 y falleció en Benidorm en 1962. Trabajó en diversos diarios y fue actor de cine y teatro. En la época de la Segunda República rodó varias películas con la que sería su mujer Imperio Argentina: Sierra de Ronda, Nobleza baturra y Morena Clara.
No se adaptó el tipo de cine de la época de Franco, aunque dirigió tres películas: La Dolores, Cuentos de la Alhambra y Brindis a Manolete. Falleció en Benidorm prácticamente olvidado.
Esta película puede considerarse como el mejor film español del cine mudo, existiendo dos escenas que para mí son espectaculares, desde luego entre otras muchas: las imágenes del éxodo de la población son verdaderamente exitosas y la escena del beso del niño a su madre. Como todo este tipo de películas el desarrollo es lento pero cada escena no pierde contenido por lo que no desmerece en ningún caso interés.
Aunque en el desarrollo de la trama se habla de un pueblo Luján en Salamanca, la realidad es que las escenas fueron rodadas en pueblos de Segovia como Ayllón y Pedraza.