Nuestra Guerra Civil produjo numerosas luchas ente los distintos contendientes, además del triste y lamentable fallecimiento de innumerables personas de uno y otro bando, donde no solamente las familias quedaron destrozadas por la pérdida de los seres más queridos que pasaron a tener la mayor tristeza y desesperación, sino también afectó a los pueblos que tuvieron una gran destrucción y en muchas ocasiones quedaron prácticamente derruidos.
Al final de la Guerra Civil se creó una institución administrativa conocida como Dirección General de Regiones Devastadas y Reconstrucción, heredada de otra anterior del año 1938 denominada Servicio de Regiones Devastadas y Reconstrucción para los territorios del bando nacional. Esta Dirección era la encargada de la restauración de caminos, carreteras, puentes, edificios religiosos y especialmente pueblos.
Cuando finalizó la Guerra Civil tomó su nombre definitivo y estuvo funcionando hasta el año 1957.
Además de los arreglos, reparaciones y acondicionamiento de caminos y carreteras se dispuso una especial atención a aquellos pueblos que habían sufrido grandes desperfectos en su núcleo urbano y se procedió incluso en casos extremos a construir pueblos nuevos, por ser más efectivo construir uno nuevo que intentar reparar todas las casas, hogares y viviendas que en la mayoría de los casos quedaron totalmente derruidas.
A lo largo de su funcionamiento se actuaron sobre cerca de 80 pueblos de toda España que fueron designados para su reconstrucción.
Regiones | Pueblos |
Valencia | 21 |
Cataluña | 18 |
Aragón | 11 |
Madrid | 10 |
Andalucía | 5 |
Castilla-La Mancha | 5 |
Asturias | 4 |
País Vasco | 3 |
Cantabria | 2 |
Castilla y León | 1 |
Concretamente en nuestra Comunidad los pueblos afectados fueron: Gajanejos, Hita, Masegoso de Tajuña, Montarrón y Yela.
La normativa para la reconstrucción de los pueblos consideraba que era necesario realizarla para aquellas localidades que hubieran sufrido un 75 por ciento de daños valorables.
En muchos casos se conservaba el emplazamiento original de la población y, en caso ya más llamativos, se realizaba la construcción de un pueblo nuevo como el caso de Belchite y Guernica.
La organización administrativa se constituyó en siete departamentos a nivel nacional y en cada uno de ellos se podían constituir oficinas comarcales.
La mano de obra empleada en los primeros años se realizaba con los presos comunes denominados Batallones Republicanos que se utilizaban como mano de obra y se confinaban en edificios comunes.
En próximo artículo iremos narrando las circunstancias de cada uno de los pueblos de nuestra región.