La mujer que hizo un mito de las novelas policíacas y que seguramente ha sido la más leída del mundo, por la sencillez de sus relatos y su buena composición de las tramas que daban muy fácil acceso y comprensión al lector y con la creación de dos personajes que son ejemplo de este tipo de novelas.
AGATHA CHRISTIE
Su nombre de pila era Agatha Mary Clarissa Miller y nació el 15 de septiembre de 1890 en la localidad inglesa de Torquay.
Procedía de una familia acomodada y ya desde pequeña aprendió muy pronto a leer con verdadera fruición todo tipo de cuentos para niños y después comenzó a leer novelas de aventuras de escritores como Walter Scott, Julio Verne o Charles Dickens, aunque finalmente lo que más le fascinó fueron las novelas de Sherlock Holmes.
Por desgracia su vida acomodada se vio frustrada cuando, teniendo 11 años, falleció su padre, quedando la familia en una grave crisis económica, aunque siguió con sus estudios completos. A los 22 años se enamoró de un hombre llamado Archibald Christie y en 1916, en plena Primera Guerra Mundial contrajeron matrimonio, mientras Agatha trabajaba de voluntaria en un hospital.
En este periodo, y para querer intentar olvidar los horrores de la guerra, se embebió en la lectura de novelas policiacas, en las que, de alguna manera, ella ya había escrito algunos relatos cortos. Después de tener su única hija, llamada Rosalind, escribió su primera novela del género titulada “El misterioso caso de Styles”, donde apreció descrito su gran personaje Hércules Poirot al que describió como un pequeño hombre, de inconfundibles bigotes y cabeza redondeada y de una perspicacia fuera de lo común. La novela no pudo publicarse hasta el año 1920, pues fue rechazada por varias editoriales, pero una vez realizada su edición resultó un gran éxito, de tal forma que volvió a escribir su segunda novela en 1922, titulada “El misterioso Sr. Brown”. Se convirtió en una viajera incansable acompañando a su marido en todos sus viajes por el extranjero, donde anotó diversas circunstancias que le permitieron poderlas utilizar en sus obras.
Agatha sufrió una gran crisis moral cuando falleció su madre a la que estaba muy unida y poco después la noticia de que su marido se había enamorado de otra y que le pedía el divorcio. Como consecuencia, Agatha desapareció de la sociedad y nadie conocía dónde podía encontrarse, realizándose distintas especulaciones por parte de la prensa, hasta que finalmente después de 11 días, apareció en un balneario, con el nombre de la nueva novia de su marido.
Mantuvo un periodo de tiempo sin escribir y en 1930 se casó por segunda vez con Max Mallowan, con el que mantuvo el matrimonio durante 45 años. Su nuevo esposo era arqueólogo y era 15 años más joven que Agatha y, con su espíritu inquieto, acompañaba a su marido a todos los viajes.
En este periodo creó un nuevo personaje de sus novelas: “Miss Marple”, que era una viejecita con unas grandes dotes de perspectiva y de inteligencia. Y a mayor dejó de escribir porque sus virtudes físicas y mentales dejaron de acompañarla y falleció en su casa de Wallingford en enero de 1976 a los 85 años.