Mejor que la noche no te asuste,
tarde o temprano caerá del cielo
la confusa eternidad,
sin relación alguna
con la violencia del sol,
sobre las ruinas
de toda explicación racional,
entonces, el héroe recordará su nombre
y las hazañas del aire y, en poco tiempo,
volverán las ganas de abrazar
un nuevo y tierno amanecer,
lejos, muy lejos de las sombras.