Lo que pesa el silencio en esta tarde de asueto,
un hondo espacio entre dos puertas equidistantes
donde la distancia se llena de miedo y recompensa.
Entre humo y tiempo quiere morir la tarde,
mientras, se suceden las historias,
las noticias y el salmo del domingo,
y le doy vuelta a la vida entre esperanza y poesía
e intento subsistir sin mas consecuencia
que verme solo entre los márgenes
de las letras, en el bautizo de la lágrima,
huyendo del frío, la pena y la ignorancia.
El caso es que una y otra vez
mis ojos pierden su luz en la hermosa
y dulce proeza de imaginar la tortura de la muerte,
en el plácido sigilo de la noche más horrible,
corrigiendo el volumen del pasado,
la barba de tres días, el aliento a mar,
el cigarro, el humo y la ceniza.
Así caigo en el poema para siempre,
para hacer completa la poesía
ante la crisis de la edad y la ignorancia,
como si la propia autoestima
fuera capaz de mendigar un nuevo yo,
un héroe de cómic al borde de la nada,
acechado por los bordes del mundo,
las lluvias bíblicas y el éxodo de la mirada.
Lo que pesa el silencio en esta tarde de asueto.
@ Miguel Á. Bernao
#poemasbernao