Las 2.000 personas, prácticamente todas ellas mujeres, que prestan el servicio de Ayuda a Domicilio en la provincia de Ciudad Real a través de empresas privadas están respaldando de forma masiva la huelga indefinida que han iniciado hoy para exigir su convenio colectivo, pendiente desde el final de 2020.
Los desorbitados servicios mínimos impuestos por la Consejería de Bienestar, “con la evidente intención de anular el impacto efectivo de los paros”, han indignado a las trabajadoras, que además los han conocido cuando se disponían a secundar la huelga.
La inmensa mayoría no han podido hacerlo, dado que han tenido que realizar el 100% de los servicios que habitualmente prestan a los usuarios con un Grado III de Discapacidad, del 75% a los del Grado II y del 50% al resto, pero con la obligación añadida en todos los casos de “garantizar el aseo personal, alimentación y medicación, así como las tareas de cuidados especiales” a todas las personas a las que atienden cada día.
Los sindicatos CCOO-Hábitat y FeSP-UGT de Ciudad Real han anunciado ya que impugnarán estos servicios mínimos “por desproporcionados, abusivos y faltos de justificación”, si bien admitieron que “cuando llegue la sentencia, no habrá ya manera de rectificar el daño causado a las trabajadoras al vulnerar su derecho fundamental a la huelga.”
Así lo han indicado los responsables de ambos sindicatos, Antonio Sánchez-Carnerero y Javier Román Maeso, durante la concentración que las trabajadoras de la contrata de Ayuda a Domicilio de Ciudad Real capital han protagonizado en la plaza Mayor de la ciudad, a la que se han sumado también compañeras de otras localidades.
“Trabajamos con el corazón y nos niegan la negociación”, “Esenciales sí, olvidadas no” “No queremos huelga, queremos convenio” “Por un salario Justo: somos trabajadoras eficientes con un salario insuficiente”, “Cuidemos a nuestros mayores cuidando a sus cuidadores”, “Nuestros derechos no se venden, se defienden” fueron algunos de los eslóganes coreados y exhibidos en sus pancartas por las trabajadoras durante la multitudinaria concentración; que comenzaron ante el Ayuntamiento -las entidades locales son las titulares y responsable del servicio-; pero que trasladaron después frente a la sede de la patronal FECIR -que representa a las empresas que se lucran con las adjudicaciones de las contratas.
La presidenta del comité de empresa de la contrata de Valdepeñas, Loli Díaz, agradeció la movilización de sus compañeras, destacó que “el seguimiento de la huelga está siendo total por parte de aquellas que pueden hacerlo, que ya se ha ocupado la Administración de que sean muy poquitas”, e instó a la patronal y a las empresas “a devolver a las trabajadoras una parte de lo que aportamos. Queremos un salario justo y unas condiciones dignas.”
“Todos los aplausos que hemos recibido en la pandemia se tornan ahora desprecio y mezquindad. Nuestras empresas se quejan de que ganan poco porque la Administración valora en poco el trabajo que realizamos. Pero las empresas se siguen presentando a los concursos para quedarse con las contratas, por algo será.”
“Este modelo de prestación del servicio público de Ayuda a Domicilio a través de empresas privadas está agotado; y es la propia actitud de las empresas y de su patronal la que lo está poniendo en evidencia cada día más. A a ver cómo explican su interés en seguir en el sector, y a ver cómo explican que en Ciudad Real tengan los salarios más bajos de la región”, indicó por su parte Maribel Cabañero, secretaria general de CCOO-Hábitat CLM, que se sumó a la concentración
La patronal FECIR, por su parte, instó ayer formalmente una nueva mediación ante el Jurado Arbitral. “No tiene mucho sentido que soliciten una mediación apenas unas horas de comenzar la huelga. Que nos llamen cuanto antes con una propuesta digna. Con o sin árbitro, les atenderemos”, reseñaron los responsables sindicales.