Pues sí, efectivamente nuestras cuevas disponen de letra y también de música, bien es cierto que se hace necesario explicar que se encuentran a nivel diríamos que, de borrador, pues existe una letra escrita y publicada, pero no registrada como tal, así como un borrador de música elaborado en su momento Marieli Blanco, también en stand-by hasta que alguien pueda hacer la grabación oficial y finalizarla y que además hemos ya denominado como el Himno de las Cuevas.
El redactor de la letra es precisamente Ángel Bernao, que al mismo tiempo escribió el libro conocido como: ”Historia de una ciudad: Las Cuevas de Tomelloso“, en el año 2014, donde se realiza un estudio completo de las 174 cuevas que se tomaron como modelo y ejemplo de las más de 2.250 que debieron existir en Tomelloso. También podemos plantearnos que el llamarle Himno, pueda parecer algo ostentoso, pero hemos de reconocer que lo que hay detrás de él es el enorme y colosal trabajo realizado y desarrollado en nuestras cuevas, que debería ser algo más que un Himno, sino el cántico adoptivo de la ciudad.
Por otro lado, hemos de considerar que las cuevas son espacios tranquilos, quietos, inmóviles, con únicamente una especie de murmullo, algo exaltado en pleno funcionamiento, pero de leves sensaciones, por lo que su música debería ser más suave, más inherente a la calma y a la tranquilidad, por eso se formaron dos letras distintas para poder utilizar tonos también de diferente intensidad musical y que acompañamos a continuación, para que el compositor seleccione la que más pueda adaptarse e incluso tener dos tipos de canciones, una para el interior como música de fondo y otra para los acontecimientos externos.
Acompañamos a continuación ambos casos, similares en contenido, pero con posibles adaptaciones diferentes.
PRIMERO
SEGUNDO
