Como en cualquier paisaje de campo es frecuente encontrar distintas construcciones de todo tipo que se utilizan para fines concretos.
Las casas típicas de agricultores que tienen unas medias relativamente pequeñas y que, como máximo disponen de una habitación con cocina de leña, y una habitación o dormitorio y otra pequeña nave para el tractor, remolque y aperos, es la más tradicional y que no es ocupada de forma continua, ni de forma fija durante mucho tiempo.
De estas casas pasamos a las que llamaremos de finca donde ya existen más de dos departamentos, naves o espacios cubiertos, incluso con construcciones separadas.
Estas fincas son mas escasas en la llanura y más representativas en las zonas de monte, influenciadas por la lejanía, dificultad de accesos y por tratarse en la mayoría de las ocasiones de casa para caza.
Entre estas construcciones las hemos desglosado en varios tipos:
Casa de labor. - De mayores dimensiones que disponen de una casa de alojamiento y de uno o dos departamentos, para la maquinaria e incluso nave para las cuadras. Generalmente están al cargo de personas, incluso por familia completa que son los cuidadores y mantenedores de la estructura y funcionamiento de los locales.
Casas de recreo. - Enclavadas como zonas de esparcimiento y suelen disponer de una casa habitable con su cocina, habitación salón, servicios y normalmente una piscina y que incluso se encuentran en lugares alejados del centro de las poblaciones.
Casas-bodegas. - Hoy sin utilidad alguna, pero hemos encontrado lugares donde se elaboraba vino, con tinajas de barro y con elementos para elaboración de vino y departamentos para estancia y descanso.
Casas de ganado. - Es decir para ganado lanar fundamentalmente, estabulado o no, aunque también hemos encontrado de ganado vacuno, ganado porcino y caprino. Estando en funcionamiento suelen disponer de salas de ordeño en el caso de vacas, ovejas o cabras, normalmente báscula, almacén de piensos y de forrajes e incluso silos y para pacas de cereales, así como básculas.