No es frecuente poder encontrarnos con facilidad la imagen de zonas dedicadas a instalaciones de invernaderos de producción directa de planta, como tampoco es muy abundante la de los que llamaremos semilleros para la producción de plantas para su trasplante definitivo al terreno de asiento, aunque superan en esta caso a los invernaderos de producción directa de planta interior.
De forma general, las existentes se encuentran frecuentemente en zonas próximas a las propias poblaciones y en algunos casos, los menos, en parcelas expresamente ubicadas para estos fines.
La producción de planta en el propio invernadero no es frecuente y, desde luego, nada comparable con otras regiones, especialmente andaluzas, pues, aunque la fama de ciertos productos hortícolas manchegos son más que conocidos y apreciados a nivel nacional y para muchos de ellos con cifras importantes de producción, no se puede comparar con la masificación de otras zonas.
En este caso en pleno campo nos ofrecen a la vista algunas parcelas paisajes de cultivos como el melón, el famoso ajo, las berenjenas, la cebolla y otros productos afamados.
Hay que considerara también que la evolución en los últimos años no ha ido progresando en cifras importantes, pues la evolución de estos cultivos sigue su marcha estabilizada con algunos puntos de aparición de nuevas perspectivas que posibilitarían una mayor incidencia hortícola en las zonas típicamente productoras de estas especies vegetales.