Esta semana, en el Congreso de los Diputados se ha convalidado el “Real Decreto Ley 20/2022”. Gracias al mismo, a partir de ahora se permitirá que los MACRO proyectos de renovables de más de 50 MW no estén sujetos a ninguna evaluación ambiental y sean aprobados simplemente por silencio administrativo. En el debate, el representante de Teruel Existe se ha opuesto a su implantación ya que desde el movimiento de la España Vaciada consideramos que esta medida solo va a servir para expoliar aún más si cabe a los territorios de por si más olvidados de nuestro país.
Desde Cuenca Ahora pensamos que por primera vez en la historia de nuestro país podríamos conseguir que, de las ventajas de la revolución tecnológica en el campo de las energías renovables, se beneficiasen no solo las compañías, sino las gentes y los territorios donde se instalasen las mismas y no como hasta ahora está sucediendo, que sus beneficios son solo para unas cuantas compañías. Este es el caso de la instalación de los grandes campos de placas solares que vemos cómo se van adueñando de grandes extensiones de terreno en nuestras provincias, unas instalaciones instaladas con bastante frecuencia sobre campos de cultivo que pierden dicha condición.
Según el estudio “Renovables Sostenibles: Fotovoltaica” publicado por la plataforma ALIENTE (Alianza, Energía y Territorio), no tiene ningún sentido este tipo de política, en el mismo se expone que si se utilizasen puntos que ahora mismo no tienen casi implantación en España,j como los tejados de las viviendas, se podría conseguir una importante implantación solar fotovoltaica con un impacto ambiental que sería mínimo.
Aquí vemos, al igual que ocurre en otros muchos sectores, como hay países que nos llevan una gran ventaja: China por ejemplo, en el año 2021 había puesto en producción 27GW en tejados solares, mientras que de cara a este año 2023, espera instalar en gran parte de las localidades de aquel país paneles solares en el 50% de la superficie disponible de sus edificios gubernamentales, 40% en sus escuelas y hospitales, 30% en edificios industriales y un 20% en hogares rurales. Australia se acerca ya a los 3 millones de viviendas con paneles instalados. Alemania dispone ya de 2 millones de tejados solares, California, en el año 2019 había superado el primer millón de tejados solares, el Reino Unido 800 mil e Italia 600 mil.
Por el contrario, si atendemos las cifras de nuestro país, un territorio ampliamente bañado por el Sol, descubriremos que apenas hemos rebasado los 200 mil tejados, mientras que desde el Gobierno se sigue apostando por la instalación de macroproyectos que suelen pertenecer a grandes empresas que buscan monopolizar el mercado eléctrico.
Desde Cuenca Ahora creemos que existen otros modelos que podrían redundar muchísimo más en el beneficio no solo de las grandes ciudades sino también para los habitantes de nuestras provincias, como las ayudas y créditos a coste cero en instalaciones fotovoltaicas para tejados de pequeñas poblaciones, así como su instalación en edificios municipales como son ayuntamientos, escuelas, etc... Creemos que así y solo así, dicha evolución energética favorecerá a los ciudadanos y a las pequeñas pymes y con ello a muchos de nuestros pequeños municipios que podrían ahorrar buena parte de sus facturas, lo que atraería población a estas tierras en vez de utilizarse a las mismas como meras productoras que sin embargo no reciben prácticamente beneficio alguno por dichas instalaciones.
Y es que hay otro factor que desde Cuenca Ahora consideramos determinante para mostrar nuestra más profunda oposición, tal y como son las “ínfimas compensaciones” para el desarrollo de los territorios que van a sufrir la implantación de renovables, ya que se propone que estos territorios solo reciban el 3% de los beneficios generados, mientras que en la mayoría de países europeos, los territorios finalistas reciben un 25% o un 30% de los beneficios generados en las mismas. ¿Es que aquí tenemos que ser diferentes y ser menos que en el resto de Europa?
Hay que decirlo claro, no estamos en contra de las energías renovables, queremos renovables por supuesto. Pero como decimos al principio: ¡RENOBABLES SÍ, PERO NO ASÍ!