Comenzamos con una serie de artículos basados en el libro Don Quijote de la Mancha, que hemos adaptado al siglo XXI.
(En cursiva, nuestras aportaciones y, en letra normal, lo escrito por Miguel de Cervantes)
Para estar tan enfadado este Feijóo, dijo a este punto Sánchez Lanza, mucho habla; háganle que se deje de críticas y que atienda a su política que a mi parecer más la
tiene en la lengua que en los dientes. (Cap. XXI)(2)
Digo, ministra ,respondió el opositor, que en otras Cortes políticas de los otros países, siempre he oído decir que en inventando los decretos dan agua a las manos, pero no
lejía a las artimañas, y por eso es bueno vivir mucho para ver mucho, aunque también dicen que el que largo ministerio mantiene ,mucho mal ha de pasar, puesto que
pasar por un ministerio destos, antes debe ser gusto que trabajo. (Cap. XXXII).(2)
Maldito seas de Dios y de todos sus santos, Sánchez maldito, dijo el opositor, ¿Y cuándo será el día, como otras muchas veces he dicho, donde yo te vea hablar sin
mentiras una razón sensata y creíble? (Cap. XXXIV)(2)
Sin duda alguna, Sánchez, que ya debemos llegar a la segunda etapa de legislatura, adonde se engendran paro, crisis o descontento; las manifestaciones, las divergencias
y las dificultades que se engendran en la tercera fase y si es que desta manera vamos subiendo, presto daremos en la época del descontento general y no sé yo cómo
templar esa clavija para que no subamos donde nos abrasemos. (Cap. XLI) (2)
En lo que toca a cómo has de gobernar tu partido y tu política, Sánchez, lo primero que te encargo, es que seas limpio y que te cortes el genio, sin dejarle crecer, como
algunos hacen, aunque su ignorancia les ha dado a entender que los genios excesivos hermosean tus conductas . (Cap. XLIII) (2)
Si gustáis, diputados, que os diga en breves razones la inmensidad de mi democracia, hebéisme de prometer de que con ninguna pregunta ni otra cosa no interrumpiréis
el hilo de mi excelente política, porque en el punto que lo hagáis, en ése se quedará lo que pensaba contaros. (Cap. XXIV)(1)
A fe, Carmen, respondió la otra Borrego, que si tu supieras, como yo lo sé, cuan honrada y cuan principal era nuestra señora madre, yo sé que dijeras que tuve
mucha paciencia, pues no quebré la boca por donde tantas apreciaciones salieron. (Cap. XXV)(1)
¡Valáme Dios, dijo Alberto Núñez, y qué de necesidades vas, Sánchez, ensartando! ¿Qué va de lo que tratamos a la propaganda que enredas ? Por tu vida, Sánchez, que
calles, y de aquí en adelante entremétete en espolear a tu partido, y deja de hacello en lo que no te importa. (Cap. XXV)(1)
Mira, Sánchez, por el mismo que denantes juraste te juro, dijo don Emiliano, que tienes el más corto entendimiento que tiene ni tuvo presidente en el mundo: ¡qué! ¿es
posible que en cuanto ha que andas conmigo no has echado de ver que todas las normas de los decretos legislados parecen quimeras, necedades y desatinos y
que son todas hechas al revés? (Cap. XXV)(1)