La Fundación Madrina se une a la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales, establecida por las Naciones Unidas para destacar el papel tan importante que tienen, incluyendo a las indígenas, en el desarrollo sostenible, la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza.
La Fundación Madrina quiere reconocer la importancia de las mujeres rurales en la sociedad y su contribución a la economía, la cultura y el bienestar de sus comunidades. Las mujeres rurales son un pilar fundamental en la producción de alimentos y en la preservación de la biodiversidad; su trabajo es esencial para garantizar la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
Sin embargo, las mujeres rurales también enfrentan desafíos y desigualdades en el acceso a recursos y oportunidades, incluyendo la educación, la salud, la tierra y los servicios básicos. La Fundación Madrina reafirma su compromiso con la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres rurales, a través de programas y proyectos que fomentan su participación en la toma de decisiones y su acceso a recursos y servicios.
Por todo ello, la Fundación, lleva tiempo trabajando en su proyecto “Pueblos Madrina”, un proyecto que impulsa la repoblación de la España vaciada, ofreciendo 100 familias a la semana dispuestas a vivir en zonas rurales. La entidad, quiere aprovechar este señalado día para alertar y solicitar a quién corresponda un cambio administrativo ya que estas personas que se trasladan de una ciudad a un pueblo, sufren un grave perjuicio al perder ayudas sociales y antigüedad de empadronamiento, lo que hace imposible dar este paso de esperanza hacia una nueva vida para muchas familias.
Fundación Madrina, que atiende más de 30.000 madres al año en riesgo de exclusión, puso en marcha el proyecto “Pueblos Madrina” hace 5 años.
El presidente de Fundación Madrina, Conrado Giménez-Agrela indicó, que las zonas rurales tienen esperanza: en nuestra Fundación, hay más de 100 familias a la semana dispuestas a trasladarse a vivir a un pueblo. Tenemos más de 15.000 niños que podrían llenar estas zonas. Pero necesitamos que las políticas sociales apoyen esta iniciativa. Gracias al proyecto Pueblos Madrina, Fundación Madrina ha conseguido que más de 300 familias y 1.000 niños se hayan trasladado desde la ciudad, donde se hallaban en situación de pobreza, al entorno rural, para iniciar una nueva vida.
Así, provincias como Soria han visto cómo su población se reducía en este periodo más de un 23%, según las cifras de población que maneja el Instituto Nacional de Estadística (INE), mientras que otras ciudades como Madrid han crecido un 73% impulsadas por el crecimiento de la capital y las ciudades dormitorios que la rodean. Con este panorama, Fundación Madrina, puso en marcha el proyecto “Pueblos Madrina” hace 6 años.
El objetivo es generar proyectos de vida sostenibles para familias con hijos menores a cargo y en situación de riesgo y exclusión social, y también para mujeres madres, cabezas de familia, facilitándoles la acogida en hogares de poblaciones rurales; y su inserción laboral, tanto en diferentes Comunidades Autónomas y Municipios.
Concretamente, el programa “Pueblos Madrina” cubre dos objetivos específicos: atraer capital humano en pobreza, desde grandes urbes hacia zonas rurales; y facilitar el acceso al mercado laboral y de alojamiento, de familias y madres con hijos menores a cargo sin recursos y sin hogar.
Conrado Giménez señaló que las zonas rurales tienen esperanza: en nuestra Fundación, hay más de 100 familias a la semana dispuestas a trasladarse a vivir a un pueblo. Tenemos más de 15.000 niños que podrían llenar estas zonas. Pero necesitamos que las políticas sociales apoyen esta iniciativa.
El realojo de familias vulnerables procedentes de las grandes ciudades, consiguen que pequeños municipios de menos de 500 habitantes no cierren la escuela, como es el caso de Berrocal en el Valle de la Corneja o La Torre en el Valle de Amblés, donde familias desde 3 hasta 8 hijos han conseguido que de cerrar la escuela puedan abrir ahora dos aulas.
Por su parte, las familias colonos se benefician de un hogar estable donde los niños encuentran un hábitat más humano y sostenible para su educación y crianza, donde no habrá límites ni peligros para jugar o como dicen ellos, “un lugar más normal para vivir”, y en donde aprueban ahora con notas las asignaturas que antes suspendían en las ciudades. Han pasado de tener 28 compañeros a solo 6, es decir, con una educación más personalizada.
Igualmente, ya no se les caerá el pelo a las jóvenes preadolescentes por el estrés que pasan por la situación dramática de perder el hogar o bien de no tener comida en la nevera, o el bullying que pasan por no poder llevar desayuno o merienda al colegio.
Ahora, cuando se les pregunta si volverían a la ciudad, todos dicen que “no quieren volver”, que se quedan, son más felices en el pueblo.
El objetivo es que las mujeres sean autónomas junto a sus hijos, para ello Fundación Madrina ayuda a madres y embarazadas en riesgo de exclusión social ofreciéndoles también formación, alojamiento, capacitación y empleo.
La entidad acoge mujeres derivadas de Servicios Sociales, de Cruz Roja, de la Agencia para el Refugiado, e incluso de juzgados de violencia y policía nacional, que llaman para que se les ayude.
Destacar que muchas mujeres verbalizan que cuando han llegado a los pueblos “han encontrado la felicidad y la libertad”.
La Fundación Madrina trabaja para mejorar la calidad de vida de las mujeres rurales y sus familias, a través de programas de formación, empleo y emprendimiento, y de apoyo a la maternidad y la infancia.
En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, la Fundación Madrina se une a la llamada de las Naciones Unidas para reconocer y valorar el papel de las mujeres rurales en la construcción de un mundo más justo, equitativo y sostenible.
PROBLEMAS DE LAS MUJERES MADRE Y NIÑOS EN LAS CIUDADES
1. No hay salud universal en España, ni en Madrid,
2. Tener un niño en la ciudad es sinónimo de vulnerabilidad y pobreza. Las familias con hijos menores a cargo no sobreviven en las ciudades = las ciudades es un medio hostil para los niños, es una trampa mortal para familias numerosas.
3. Se está creando una burbuja inmobiliaria y de deuda a costa de las familias vulnerables
4. Los propietarios que ven una mujer embarazada o un niño no quieren alojarles: “no aceptamos ni mascotas, ni niños, ni embarazadas” = exclusión alojamiento materno-infantil
5. Los niños de familias numerosas en barrios vulnerables o guetos, presentan fracaso escolar y absentismo escolar.
6. Los niños de familias vulnerables afectados por las decisiones sanitarias y políticas de confinamientos, que les han sumido en la pobreza extrema, sufren patologías como el “síndrome de la nevera vacía”, caída de pelo por estrés de desahucio.
COMIENZA LA “REVOLUCIÓN RURAL”:
El alojamiento, el trasporte y la salud son los factores limitantes para realojar a las familias en el entorno rural. Hay que invertir en transporte público, en construcción de más viviendas sociales y crear más hospitales, centros de salud y farmacias dedicados a ginecología, obstetricia y pediatría.
Habría que facilitar la construcción de vivienda social en el entorno rural.
Igualmente habría que mejorar el alquiler y la seguridad de los propietarios particulares en el entorno rural, con la garantía de la Comunidad de Madrid en conseguir alquileres a un precio asequible, para favorecer que den sus casas en alquiler. La okupación y el destrozo de los inmuebles es el mayor miedo que presentan estos propietarios.
Se necesita ayuda de servicios sociales para las familias que quieran irse al entorno rural: pago de carnet de conducir, facilitar acceso a compra de vehículos, poner transporte público a hospitales, y 5.000 € para gastos corrientes e inversión para primer asentamiento.
En toda la Comunidad de Madrid, a una hora de la capital, las segundas viviendas se han convertido en primera, huyendo del confinamiento. Por lo que es imposible encontrar viviendas para alquilar viviendas para realojamientos.
Por cada vivienda libre para alquilar que encontramos en los pueblos hay 15 que están vacías y sus dueños no quieren alquilarlas.
Hay una gran exclusión de niños y madres con discapacidad alta en la adquisición de viviendas accesibles en el entorno rural, e incluso en las ciudades.
Los niños con patologías con síndromes o enfermedades raras están excluidos de los pueblos.
La nueva colonización de pueblos por parte de familias vulnerables, por la Covid: descubren que el pueblo es el hábitat más humano para la crianza y desarrollo de los niños.
Son Familias vulnerables que dan vida a los pueblos y encuentran una segunda oportunidad para empezar una nueva vida. En las ciudades no tienen futuro. Una lista de espera de 800 familias, espera su destino.
No hay lugar para los niños en las ciudades. La Fundación considera los pueblos como el “hábitat más humano y estable” para criar y educar a los hijos.
Tener un niño en la ciudad es sinónimo de vulnerabilidad y pobreza.
La Fundación impulsa el proyecto rural de las 4rs de repoblación, reforestación, reconstrucción y revalorización de los pueblos madrina.
La Fundación también lucha en colaboración con entidades por lograr la autonomía, autosuficiencia y “soberanía energética” a pueblos de la España vaciada.
Fundación Madrina generará empleo rural a través de TFM de alumnos universitarios, en colaboración con universidades.