La dimensión de nuestras cuevas tradicionales era lógicamente distinta en función de muchos factores, de tal forma que influían diversos aspectos propios y, entre ellos, nos encontramos: uno de ellos era la posibilidad de espacio disponible especialmente en profundidad, determinado por las características del terreno, puesto que las operaciones de excavar estaban limitadas a las posibilidades del trabajo humano manual con medios de trabajo de uso también manual; otro segundo factor eran las propias necesidades del viticultor en función de su posible volumen cosecha de elaboración; otro tercer factor, para aquellas cuevas construidas o excavadas en la propia vivienda, venía limitada por la dimensión del solar.
En muchos casos la dimensión de la cueva era tan pequeña que no se podía utilizar la llamada y conocida popularmente como prensa de viga en sus distintas modalidades, lo que producía que muchas cuevas no dispusieran de esta instalación y algunas de las cavidades se excavaban para servir de lagares o jaraíces, donde se realizaba el prensado de las uvas, para posteriormente trasladar a las cuevas definitivas de elaboración, si bien el lagar también actuara como cueva.
No debemos olvidar las casas-cuevas muy abundantes en algunas localidades, que fueron excavadas de forma original para su habitabilidad sin otra misión, como tampoco aquellas casas-cuevas que se habilitaron posteriormente como viviendas una vez habiendo dejado de elaborar vino, con las adecuadas reformas para su habitabilidad. Tampoco podemos olvidar la existencia de cuevas habilitadas como lugares de ocio convertidas en restaurantes y tabernas, que son muy frecuentes en algunas zonas.
Volviendo al tema de las prensas, la evolución moderna ya pasó por la instalación y utilización de prensas hidráulicas verticales manuales con jaulas de madera o metálicas o posteriormente eléctricas y ya, en la actualidad, con las prensas continuas horizontales donde se pude graduar la presión.
Para el caso de nuestras cuevas tradicionales, ha sido siempre su inició con la confección de las prensas de viga que estaban construidas con madera con su correspondiente tornillo de movimiento vertical y horizontal, su largo tronco de árbol-llamada praelum- . Las primitivas se construían por el propio trabajo y esfuerzo del viticultor, sin que intervinieran empresas ajenas y el trabajo era impresionante y duro y de difícil construcción, existiendo cuadrillas especializadas en la confección de topes de madera y de dar forma a los distintos implementos que se necesitaban, así como la habilitación de la piedra necesaria para el lagar.
DUEÑAS (Palencia)
Ubicada al sur de la provincia, con una población en el censo de 2023 de 2597 habitantes a 702 metros de altitud.
Dispone del título de Conjunto Histórico-Artístico desde 1967 y también el título de Ciudad.
Se encuentra enclavada entre las comarcas de Tierra de Campos y El Cerrato y muy cerca del límite con la provincia de Valladolid y situado a 17 kilómetros de la capital Palencia y a 33 kilómetros de Valladolid.
Por su término pasa la autovía de Castilla (A-62), además de tres carreteras provinciales.
La población se dispone en las faldas de un cerro conocido como “Pico del Castillo” porque existió una fortaleza del siglo XIX, hoy desaparecida
En su término municipal confluyen los ríos Carrión y Pisuerga.
Entre sus monumentos encontramos: Iglesia de Santa María de la Asunción del siglo XIII; el Convento de San Agustín del siglo XVI; el Hospital de Santiago y la Ermita de Santa Vera Cruz.
Las cuevas existentes en la localidad se localizan en las mismas calles de la localidad en distintos barrios conocidos como: San Pedro, Santa Marina, San Antón y La Tejera.
Existiendo dos tipos de excavaciones: las cuevas viviendas y las verdaderas cuevas, que se llaman bodegas de elaboración de vinos.
En el 2015 en un estudio estadístico existían 178 bodegas y 94 cuevas. Las excavaciones son llanas, al mismo nivel que la tierra natural, sin profundizar al subsuelo.
Su mayor auge se produjo en el siglo XVIII y existen cuevas de lagares con las clásicas prensas de viga y husillo y los vinos se conservan en barricas, cubas o toneles y se destacan en los tejados la presencia de los respiraderos llamadas luceras.
