Así se coloca Esteban Beltrán ante la vida, ante la muerte. Palabras como las que preceden, las encontramos en Agosto 2045, una evocadora obra en la que bajo seis grandes epígrafes y durante más de sesenta poemas, llenos de ironía y de poderosas imágenes, Beltrán traza una geografía de la muerte, de la vida y del olvido.
En palabras del propio autor, “los temas – muerte, resurrección, vida, olvido, recuerdos – son inevitablemente filosóficos pero el humor disminuye su intensidad y hasta su gravedad.”
UNA RAYUELA LÍRICA, PARA UN MANIFIESTO POR LA VIDA Y POR EL OLVIDO
El poeta, narrador y periodista gaditano, Juan José Tellez, describe así Agosto 2045, como una rayuela lírica “en la que (el autor) dialoga consigo mismo, con el lector y hace conversar a los poemas entre sí. El pretexto, en este caso, es la muerte. O las diferentes formas de morir, o de resucitar”.
Beltrán busca que el lector no se acomode, que se enfrente a poemas muy cortos, cortos, largos “o eternos”, que no responden a una lectura convencional o uniforme.
“…Puede encontrar páginas en blanco con un solo poema como pie de página; poemas que responden sus preguntas en un poema posterior; una play list que espero suene en mi incineración, incluyendo un relato de mi funeral visto desde hoy”
La inmortalidad no trae
nada bueno a nadie,
empezando por el hecho
indiscutible,
inexorable,
jodido,
contradictorio,
de tener uno que morirse
para vivir eternamente.
SOBRE EL AUTOR
Director de Amnistía Internacional en España, Beltrán -autor del ensayo Derechos torcidos: tópicos, medias verdades y mentiras sobre pobreza, política y derechos humanos, profesor en universidades de España y Argentina- abanderado de la justicia y perseguidor de abusos, deja las causas sociales para adentrarse, una vez más, en el terreno de lo íntimo.
Tras sus primeros poemarios (Marian o la muerte que no admite olvido, editado por Félix Grande en Cuadernos Hispanoamericanos, en 1990; y La jodida intensidad de vivir, publicado por Vaso Roto en 2018) Esteban alumbra ahora, bajo el mítico sello madrileño Huerga y Fierro, una obra personal y profunda, que, a vueltas con la vida y la muerte, sumergirá al lector en diatribas existenciales que le harán reflexionar sobre temas enormes, a menudo desde el humor.
Si en ocasiones anteriores Esteban hablaba de amor, en Agosto 2045 se coloca frente a la propia existencia, frente a la vida y a la muerte, exponiendo sus dudas, sus miedos, sus recuerdos, desnudando en ocasiones su intimidad y jugando con el presente y con un incierto futuro que nos sitúa a veinte años vista.
“En agosto empecé a escribir poemas y empecé este libro. Es coherente pensar que, al igual que ha marcado mi existencia, agosto pudiera ser el mes elegido para mi muerte”.