Con la invasión musulmana en la península y su cometido de avanzar en la conquista de cuanto mayores territorios pudieran, algunos llegaron a intentar penetrara en los territorios de la zona de Molina.
Uno de esos grupos de guerreros musulmanes llegó a Peralejos de las Truchas intentando conquistar la población, pero se encontraron con la brava resistencia de sus ocupantes, por lo que resultaba bastante difícil que pudieran conseguir su objetivo. Dada esta situación se ubicaron en las cuevas próximas a la población para proseguir con los asaltos a la ciudad.
Entre los pobladores de Peralejos era conocido por todos que existía en las afueras del pueblo una fragua que nunca había sido atacada por los musulmanes, ya que en una ocasión unos de los jefes árabes Ad-Adulha-Atrin se encontró enfermo y el herrero y su familia le permitieron acercarse al fuego y le atendieron hasta que se recuperara y en el tiempo que estuvo el jefe árabe se quedó prendado de la joven hija del herrero que era una muchacha de gran belleza, de tal forma que durante su estancia no tenía ojos suficientes para contemplarla en todo momento.
Cuando ya se había recuperado regresó a la cueva con sus tropas y el joven Adulha, se mantuvo durante bastante tiempo pensando en hacer algo con la bella muchacha para conseguirla y planteó a sus hombres que por la noche salieran de la cueva y se marcharan a la herrería con el objetivo de poder raptar a la joven y la trajeran presa en su presencia en la cueva.
Un grupo de los hombres de Adulha, recibiendo estas órdenes cabalgaron por la noche y llegaron a la casa y apoyados por el factor sorpresa prendieron a la muchacha, pero las personas que convivían en la herrería se despertaron y se dieron cuenta de lo que había ocurrido, entre ellos el novio de la joven, que no dudaron en coger sus caballos y dirigirse a la cueva donde habitaban los árabes, consiguiendo traerse al joven árabe enamorado de la muchacha y a la propia joven llevándoselos a la herrería donde le al tal Adulha le aplicaron una espeluznante muerte, porque ni más ni menos que le aplastaron el cuerpo con el martillo de la fragua.
Como era de suponer las gentes del pueblo sabían que los árabes volverían y para esperar su respuesta se dirigieron al puente próximo que daba acceso a la población que se llamaba el puente del Martinete y entre todos los vecinos pusieron un gran carga de explosivos y el novio de la muchacha fue el que se ofreció para poder encender la mecha en espera de la llegada de los musulmanes, de tal manera que cuando efectivamente llegaron procedieron a pasar por el puente y en ese momento, cuando todo el grupo estaba pasando por encima del puente, se hizo estallar toda la carga de explosivos, por lo que se produjo la enorme detonación y el puente salió impulsado por los aires destrozado, mientras que en el grupo de árabes se produjeron grandes bajas, por lo que los vecinos de la ciudad vieron consumada la venganza por el rapto de la joven cristiana.
