El madrileño Javier Traba, de Moraleja de Enmedio, se alzó el sábado por la noche con el primer premio, dotado con 500 euros y diploma, del IX Certamen Nacional de Monólogos “En Tomelloso todos contamos”, en el que han participado diez monologuistas de diferentes puntos de la geografía nacional, la mayoría de ellos de Madrid. Rubén Faura, de Albacete y Luisma García, de Valencia, lograron el segundo y tercer premio respectivamente, dotados con 400 y 300 euros. El primero de ellos, con el monólogo titulado “La sinceridad” y el segundo, con “Si me das, yo también te doy”.
El ganador del concurso, que conquistó a jurado y público con su monólogo “Yo mismo”, se mostró encantado de actuar en Tomelloso. “Estoy todavía nervioso y no me lo creo, me he reído muchísimo y he estado muy bien atendido”, confesaba tras su actuación en la final. Tanto que, aseguraba en tono de broma que si le dejan un sitio, se queda a vivir en Tomelloso, porque le encanta el humor de La Mancha.
Para Traba, certámenes como este que se celebra en la localidad, organizado por el Ayuntamiento, a través del área de Juventud, son muy importantes porque fomentan el monólogo y hacen que llegue a todo el mundo. Además, en el caso concreto de Tomelloso, dijo, “el público es buenísimo porque hay gente de todas edades y hacer reir a personas de distintas edades es un reto”. Un reto que él consiguió porque, como destacaba el concejal de Festejos, Raúl Zatón, hizo que todo el mundo disfrutara y riese a carcajadas con él, tanto en la final del sábado como en su actuación de semifinales, el jueves, “algo que en estos tiempos es lo que más necesitamos”, recalcó.
Más de 800 personas asistieron a la gran final, celebrada en los Jardines del Parque de la Constitución, después de dos días de semifinales (jueves y viernes) que también estuvieron muy concurridas, con más de quinientas personas cada una de ellas.
De cara al año que viene, avanzó Zatón, se va a trabajar en algunos cambios y novedades que la organización cree necesarios “para el certamen siga creciendo y siga sumando”.
El jurado, integrado por miembros del equipo de gobierno y de los grupos de teatro locales, valoró la originalidad, coherencia, temática e hilo argumental de los monólogos; así como el ritmo, interpretación presencia escénica y control escénico del monologuista. También tuvo en cuenta el impacto global y la sensación que dejaba el monólogo al terminar, tanto a ellos como al público.