Virgen de las Viñas Tomelloso
Cuadernos Manchegos
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Se acercan fechas muy especiales cargadas de energía, de momentos entrañables, de miradas y risas de los niños en un ambiente muy emotivo y festivo donde se respira la llegada de la Navidad.

Fundación Elder

Llega el momento en el que las calles de las ciudades se visten de colores donde se respira ya un ambiente festivo con avenidas iluminadas y con ganas de disfrutar de momentos que inmortalizamos en una fotografía para publicar en las redes sociales.

Caminando en Tomelloso, hemos podido ver una magnífica obra de arte navideño con un asombroso y maravilloso despliegue de belleza, creatividad e ingenio en la fachada de la vivienda de la casa de Maribel Quiralte ubicada en la calle Pedrero, 8 haciendo esquina con la calle Cibeles.

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Nos ha dejado impresionados ver todo el ornamento de las paredes vestidas con piruletas y bastones, donde la artista ha desplegado toda su imaginación y también de sus balcones adornados con maceteros pintados en forma de reno, árboles de navidad de lapiceros, alguno con lacasitos, una ciudad completa con su estación de tren en un trabajo de gran belleza que identifica la felicidad por la llegada de las próximas fiestas.

En cada una de las partes de la fachada de su vivienda ha sabido plasmar la esencia de la navidad con Papá Noel bajando por la chimenea y tirando regalos desde un globo, pingüinos, muñecos de nieve, estrellas y otras figuras, que nos llevan a contemplar todo el sentido de lo que se nos avecina.

Verdaderamente sorprende la habilidad con la que usando mayoritariamente materiales reciclados Maribel ha dado imagen y figura a cada uno de los adornos que ha preparado con unos diseños originales donde su imaginación ha sabido plasmar dar belleza a cada forma, porque si además de observarlas con todo el placer imaginable y sabiendo cómo lo ha realizado, más nos sorprendemos que con medios a la mano de cualquiera se puedan reproducir imágenes de la Navidad que tanto llenan de alegría a nuestros niños y a nuestros mayores.

Pero, además, es que no ha habido ninguna parte ni espacio de la fachada que no haya sido cubierto con estos adornos colocados en su lugar más adecuado, como en los balcones, cornisas y en la portada del garaje donde se puede ver un reno de grandes dimensiones.

Nos cuesta trabajo reconocer cómo ha sido posible tener esa habilidad, ese ingenio y ese tacto para realizar estas piezas que, según nos cuenta, le ha llevado un gran trabajo durante mucho tiempo hasta poder conseguirlo.

No podemos hacer otra cosa que darla nuestra más sincera felicitación y agradecimiento a Maribel, porque, con personas así es difícil no poder disfrutar de las fiestas que vamos a pasar. Con este proyecto que ya es una realidad a falta de algún último detalle hace que Tomelloso esté agradecido por este gran museo navideño.

Muchas gracias, Maribel, tu trabajo dejará un recuerdo inolvidable

¡Enhorabuena!

En nuestra conversación con Maribel, nos ha contado todas las vicisitudes y curiosidades que le habían ocurrido desde que comenzó después de los reyes del año pasado, en que fue cuando decidió iniciar su proyecto y participar este año en el concurso de escaparates navideños de la localidad, por no haberse enterado antes.

Nos afirmó que en el tema de los materiales utilizaba todo lo que encontraba a su paso pensando en poder utilizarlo de alguna manera e intentar de aprovecharlos y, a partir de ellos, comenzó a desarrollar su iniciativa, coleccionando un almacén de cosas y materiales en su casa y que lo primero que confeccionó fueron los bastones y las piruletas.

Nos comentó la anécdota ocurrida con su nieto que un día iba a estrenar una ropa, como unos pantalones y su madre le quitó las etiquetas y, entonces él le dijo que no las tirara y se las guardara para su abuela que le podrían valer.

También nos indicó que había participado en diversos concursos como en El Guateque y que había diseñado en ocasiones algunos trajes para el carnaval.

Aclaró que los materiales utilizados eran sencillos, así como, por ejemplo, las tejas habían sido realizadas con botellas de plástico del agua, porque era necesario gastar lo menos posible, aunque reconoció que, en algunos casos hubo piezas que se le habían resistido.

Añadió que por las noches todo estaría iluminado y con música que en principio no había tenido en cuenta, pero que sus hijas se lo recomendaron, porque una Navidad sin música no estaba bien.

También nos contó que como su casa se encontraba cerca del colegio, algunas madres traían a sus hijos un poco antes de entrar al centro para que pudieran disfrutar de viendo los adornos y figuras y que estaban muy contentos, porque les gustaba.

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