Es evidente que España ha llevado en sus raíces la cultura del vino, ya no solamente como tradición sino como forma de vida y como fuente de recursos de supervivencia y de la propia necesidad de sustentar un modelo de vida acorde con cada momento y cada época.
La cultura del vino ya era conocida desde la época de los romanos y fue extendiéndose por España a lo largo de los siglos, pero quizá donde alcanzó mayor apogeo fue entre los siglos XVI a XVIII, donde la mayoría de nuestros territorios se vieron repletos de nuestras famosas cuevas subterráneas que fueron dedicadas a la elaboración de vinos, como un modelo económico agrario importante y que produjo una evolución importante en la mayoría de las poblaciones de nuestra península sin excepción.
Este progreso fue muy importante formando parte de una fuente de recursos no solamente familia, sino también económico, puesto que la producción también era comercializada.
En ciertas zonas determinadas, especialmente las Comunidades de Castilla-León, La Rioja, Galicia, Andalucía y País Vasco, la proliferación de este tipo de cuevas subterráneas excavadas con fines de elaboración primaria de vinos, sin un alojamiento especial, consistente simplemente en la mera excavación y posterior ligera adecuación, han sido las que han marcado la proliferación de estas cavidades, de las que deberíamos presumir y conservar como un patrimonio autóctono.
Un ejemplo claro, y puede considerarse como de muestra, lo incluimos para la localidad que a continuación pasamos a describir.
Viloria de la jurisdicción (León).
Localidad como pedanía dependiente del municipio de Onzonilla, del que también dependen, así mismo, las pedanías de Antimio de Abajo, Sotico, Torneros del Bernesga y Vilechia.
Localizada al sur de la provincia y de la capital, León, en la comarca de Vega con Ardón y el núcleo de población situado a 810 metros m.s.n.m.
Se encuentra situado en la margen derecha del arroyo de la Oncina, afluente del Río Esla.
En el censo de población en la localidad, existían en el año 2023, 114 habitantes y la distancia a la capital, León, es de 14 kilómetros.
La población se encuentra atravesada completamente por la carretera LE-5525, que se desarrolla desde la CL-622 en Antimio de Abajo a la N-630 por Viloria.
La población dispone de calles anchas en toda su amplitud y donde se encuentra la Basílica de la Santísima Trinidad como patrimonio monumental más importante.
CUEVAS
En la parte norte-oeste de la población y al inicio de la Calle Cuevas, que parte de la Plaza de la Panera, a unos 100 metros, encontramos la increíble visión de un cerro totalmente cubierto de cuevas en toda su superficie, que, linealmente suponen unas 1,5 hectáreas.
Su presencia es sorprendente por la imagen tan original e inesperada, aportando una gran belleza natural.
No existe una estadística sobre el número de cuevas, pero, a simple vista su número es muy alto.
La mayoría se hayan bien cuidadas y rehabilitadas, mediante entradas con portadas y arcos de medio punto con ladrillos vistos y correctamente presentadas.
En todas las cuevas, se ha venido elaborando vino por el sistema tradicional y actualmente se utilizan para ciertos eventos, reuniones de tipo familiar o de amistades.