Este pequeño complejo monástico visigótico se encuentra situado en el término municipal de San Martín de Montalbán en la provincia de Toledo.
Su origen es visigótica, aunque anteriormente debieron existir unas presas romanas para el suministro de agua y se debió fundar en el siglo VII y VIII, incluso se asegura que pudo construirse entre el 668-729 d. C. precisamente en los momentos de la aparición de los árabes, que conservaron la construcción y la reformaron y luego estuvo ocupada por una agrupación mozárabe y sobre la cúpula de la iglesia se construyó una torre.
A partir de la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085 se volvió a emplear como iglesia y su carácter litúrgico se mantuvo hasta el siglo XIX que desapareció por la desamortización de Mendizábal y se dedicó a casa de labranza guardando aperos y con posterioridad a establos y pajares.
Los templarios se hicieron cargo del monumento y la hicieron como fortaleza colocando una torre defensiva que posteriormente se derrumbó.
En 1968 la Diputación de Toledo se hace cargo de la iglesia y realiza restauraciones y se instaló el centro de interpretación de Santa María y el mundo visigótico.
La iglesia está perfectamente conservada y en ella se ha encontrado un sarcófago que debió pertenecer a un gran e importante personaje visigótico.
La iglesia tiene forma de cruz con un ábside principal y dos laterales posteriores, dispone de capillas laterales y una sala con arcos de herradura. El presbiterio es amplia y esta surcados por arcos de medio punto. El conjunto exterior esta completado con bloques planos de granito ensamblados.
La leyenda de esta Iglesia se basa en la posibilidad, nunca aceptada del todo, que pudo ser el lugar donde se guardó la famosa Mesa del Rey Salomón que fue robada por los visigodos en el año a los romanos y del que se ha escrito mucho por relación de los pasajes subterráneos que comunicaban la Iglesia de Melque con el castillo de Montalbán, con los indicios de las declaraciones de pastores que decían que las ovejas que desaparecían en al castillos aparecían en la iglesia de Melque.
La verdadera razón de la leyenda del Castillo de Melque se basa en que la famosa Mesa de Salomón se encontrara depositada en esta iglesia cuando la invasión de los árabes a España. La mesa de Salomón tenía un valor impresionante de este rey de babilonia que se utilizaba para dejar recipientes y comida siendo de esmeralda verde y que tenía la propiedad de proporcionar a su dueño el conocimiento total de todas las cosas y era de una riqueza muy alta por su ornamentación. Esta mesa de Salomón tuvo diversos itinerarios hasta que se supone terminó en Toledo: desde Jerusalén pasó a Babilonia, regresó nuevamente a Jerusalén para pasar posteriormente a Roma, donde los visigodos la llevaron a Carcasona, seguidamente a Rávena, pasando a Barcelona y finalmente a Toledo y a partir de ese momento la pista de la localización de la Mesa de Salomón se perdió.
De todas formas no existen pruebas evidentes de tal situación aunque en la leyenda queda estipulado.