.- Durante la primera semana de junio, los alumnos de Bachillerato se enfrentarán a la prueba que determinará su futuro profesional: la EvAU. Debido a la importancia de este momento, estos jóvenes están sometidos a una gran presión.
Por este motivo, la psicóloga Conchita Sisí, directora de la clínica Salud en Mente, ofrece distintas herramientas y consejos para que los jóvenes puedan afrontar la toma de decisiones con madurez y tranquilidad, algo que será muy útil a lo largo de su vida.
Decisiones propias
En la adolescencia, las tomas de decisiones normalmente vienen guiadas por otros. Sin embargo, al dejar atrás esta etapa, sería un error delegar esta elección. Al entrar en la adultez, el individuo debe ser capaz de responsabilizarse de sus propias decisiones ya que, en caso de no ser así, se haría una atribución externa -mostrar frustración con la otra persona en el caso de que salga mal, o tener una sensación de baja autoeficacia en el caso de que el resultado sea positivo-, lo que provoca una disminución de la percepción de control.
A pesar de ello, a veces es beneficioso obtener una perspectiva externa que pueda aportar nuevas ideas. La experta Conchita Sisí defiende que lo ideal en este sentido es consultar a un máximo de tres personas y de entornos diferentes.
Cambio de perspectivas
Aunque la presión social fomenta que sea una elección inamovible, es importante que el individuo sepa que esta decisión no tiene que definir el resto de su vida. Por supuesto que es un paso importante, pero no tiene por qué ser el destino final.
Si se tiene esta elección como algo fijo, puede aumentar la sensación de ansiedad o la parálisis decisional. Pero no se debe perder el foco en que cada desviación es un paso para acercarse al verdadero camino, dotando a la persona de aprendizaje y herramientas de crecimiento.
Para no alimentar esta presión de la sociedad y del entorno, es importante adoptar una perspectiva más flexible y compasiva hacia uno mismo.
Exploración de intereses
Antes de tomar una decisión de este calibre, sería adecuado reconocer intereses y habilidades para poder elegir una carrera acorde con nuestros valores. En otros países europeos, los jóvenes tienen un periodo, después del bachillerato, para participar en distintas actividades y encontrar así sus intereses personales.
También conviene visualizarse en múltiples escenarios relacionados con las diferentes opciones. Otra forma de hacerlo puede ser, por ejemplo, hacer una prueba inscribiéndose en un curso universitario o realizando un trabajo temporal relacionado con la opción principal.
Herramientas para priorizar el bienestar mental
Llevar a cabo prácticas de mindfulness y autoafirmaciones pueden ayudar a calmar la mente, contrarrestar la duda y la ansiedad.
Además, es posible que al contar con la ayuda de un terapeuta se trabajen técnicas más específicas para la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Establecer puntos fuertes y plazos
Para ayudar a la toma de decisiones es muy útil realizar, una vez determinadas las distintas opciones, un listado con pros y contras de cada alternativa. Ver cada punto por escrito puede permitir comparar las posibilidades de forma más objetiva y aclarar los pensamientos.
Por otro lado, para evitar la procrastinación, es necesario establecer un plazo límite realista para tomar la decisión definitiva.
