La embajadora de UNICEF España, Sara Carbonero, ha mantenido un encuentro de IG Live con la representante de UNICEF en República Centroafricana, Meritxell Relaño, con el objetivo de dar voz a la dramática situación que afrontan millones de niños y niñas debido a la crisis alimentaria mundial.
La desnutrición y la falta de alimentos han colocado ya a unos 181 millones de personas en todo el mundo en riesgo de vulnerabilidad extrema, de las que unos 49 millones de personas, el equivalente a la población total de España, están al borde de la hambruna. Las cifras son, si cabe, más preocupantes en el caso de los niños y niñas menores de cinco años y de las mujeres, que son siempre los más vulnerables ante este tipo de situaciones. La creciente crisis alimentaria mundial ha provocado que, en los 15 países más afectados, la mayoría situados en el Cuerno de África y el Sahel occidental, el número de niños y niñas con desnutrición aguda grave haya aumentado en 260.000 niños más –1 niño cada minuto– desde principios de este año, alcanzando casi los 8 millones.
Durante la conexión, Carbonero quiso profundizar en “la gravedad de este asunto, lo que nos ha llevado hasta aquí y las posibles soluciones para salvar la vida de millones de niños y niñas que necesitan tratamiento contra la desnutrición aguda grave”, recalcando que, según las alarmantes cifras de UNICEF, “el mundo se enfrenta a una crisis alimentaria sin precedentes y la vida de millones de niños está en peligro”.
En su conversación con Carbonero, Relaño explicó que el contexto socioeconómico mundial era ya gravísimo antes del inicio de la guerra de Ucrania en febrero, pero el conflicto y la consiguiente crisis de refugiados en Europa no ha hecho más que potenciarlo. Al incremento desmesurado del precio de los combustibles y de los alimentos básicos, así como la interrupción de los suministros, se suma que muchos países dependen en gran medida de las importaciones de Rusia y Ucrania: “se trata de un grave problema que afecta no solo al Cuerno de África, que es probablemente uno de los primeros lugares del mundo que nos viene a la mente al hablar de esta realidad; también nos estamos encontrando con esta grave crisis en Sahel y Oriente Medio”, añadió Relaño.
La representante de UNICEF en República Centroafricana compartió detalles sobre el trabajo de UNICEF en materia de desnutrición y destacó que, pese a lo dramático de la situación, “en UNICEF tenemos las herramientas para detectar la desnutrición aguda grave y tratarla con éxito”, recalcando que “contamos con los llamados alimentos terapéuticos listos para usar (RUTF), que han demostrado su capacidad para salvar vidas. La tasa de recuperación de los niños y niñas que lo reciben está entre el 80 y el 95%, pero en el contexto actual, calculamos que el precio de este alimento terapéutico podría aumentar en un 16% por la crisis de materias primas y el encarecimiento de los precios y del transporte. Pronosticamos que en los próximos meses, el tratamiento necesario para un niño o una niña durante un mes pase de 35€ a más de 40€”, concluyó Relaño.
Por su parte, Carbonero refirió que en su papel como embajadora “he podido ver con mis propios ojos cómo la ayuda de UNICEF llega a su destino”, e invitó a sus seguidores a dar su apoyo al trabajo de la organización tras escuchar el relato de Relaño porque “hay esperanza, si actuamos ya, podemos salvar sus vidas”.
