En la sociedad actual la tecnología se ha convertido en un motor imprescindible para el trabajo, favoreciendo las relaciones entre la empresa y el cliente, agilizando los procesos administrativos y potenciando la productividad. Aunque todo son ventajas, lo cierto es que esta evolución ha conllevado la creación de un mercado mucho más competitivo donde es necesario innovar y ser disruptivos. Un claro ejemplo es el sector asegurador donde la llegada de la tecnología ha dado lugar a las insurtech.
Estos nuevos modelos de negocio aúnan la tradición con la tecnología más puntera: permiten mejorar la comunicación entre mediadores o corredores y clientes, aportan una mayor accesibilidad a los servicios y facilitan los procesos burocráticos. Pero todo beneficio tiene su contrapartida.
La tecnología ha hecho proliferar ciber ataques y, con ellos, brechas y fugas de seguridad, robos de información y bases de datos de carácter personal, e incluso suplantaciones de identidad. Por ello, la ciber seguridad ha tenido que ir desarrollándose a un ritmo vertiginoso.
En este sentido, las pequeñas y medianas empresas son las más expuestas debido a que son las compañías que poseen niveles más bajos de seguridad al no tener tanta capacidad financiera para invertir. El 43% de los ciberataques con los que lidia a diario el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) son contra pymes. En el caso del sector seguros, ocurre lo mismo, ya que los corredores están expuestos a estos riesgos, pero no cuentan con herramientas informáticas necesarias para frenar los ciber ataques.
Sin embargo, es imprescindible prestar atención a este punto, especialmente si se trata brokers donde la información que se almacena es delicada ya que las bases de datos reúnen información referente a las cuentas personales, direcciones, historiales clínicos, contratos, etc.
Por este motivo, desde wefox se exponen algunas recomendaciones para minimizar estos riesgos.
Definir una política de seguridad. Todas las empresas deben concretar su política respecto a los sistemas informáticos que se utilicen, ordenadores, portátiles, móviles, etc. con el fin de minimizar ciber ataques y brechas de seguridad. Algunos de los más recurrentes son las reglas de navegación, evitando que los trabajadores puedan acceder a webs maliciosas, poner contraseñas en los dispositivos electrónicos, cortafuegos, antivirus o limitar el acceso a datos de carácter confidencial.
Seguros ad hoc. Los ciber riesgos se han incrementado exponencialmente en los últimos 10 años. El sector asegurador se ha dado cuenta de ello y hoy en día es posible contratar pólizas para esta tipología de riesgos y poder minimizar sus consecuencias en caso de sufrirlos.
Plataformas tecnológicas de vanguardia. Una de las formas para evitar los ciber ataques es utilizar plataformas tecnológicas con mayores niveles de seguridad que los que posee una pyme. Una de las opciones para mejorar la seguridad es valerse de plataformas insurtech que garantizan la seguridad de la información confidencial de los clientes, además de potenciar y mejorar los resultados de los corredores de seguros.
Informar adecuadamente a las partes implicadas: Se debe mantener informados tanto a trabajadores como a los clientes de los riesgos a los que está expuesta la empresa, por ejemplo, que se infecte el servidor con un virus, así como de los posibles impactos a los que se puede hacer frente en caso de que se produzca un ciber ataque y qué medidas se deben tomar.