En la semana en la que se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer Infantil (15 de febrero), se estrena el proyecto “Good Max”, una iniciativa de sensibilización y concienciación sobre la importancia de la investigación pública y privada del cáncer infantil en España, enfermedad que recibe solamente el 4% de los fondos destinados a la investigación de cáncer en general. Según la Asociación Española contra el Cáncer, la estimación de la incidencia del cáncer en edad infantil, en la franja de 0 a 14 años, se situó en 949 diagnósticos en 2023, lo que quiere decir que cerca de mil niños y niñas son diagnosticados con cáncer anualmente en nuestro país.
El proyecto Good Max ha presentado la pieza audiovisual “Good Max, furia contra el cáncer infantil” una película protagonizada por Max Villaroig, un valiente niño de 12 años de Barcelona que lucha actualmente contra un tipo de tumor que le diagnosticaron el pasado mes de agosto. Max contactó un mes después de su diagnóstico a través del LinkedIn de su padre a los creativos de la agencia de publicidad La Despensa para contarles su caso y pedirles si podían hacer algo juntos, relacionado con su pasión, las motos, para dar a conocer la importancia de la investigación.
David Ricoy, director creativo ejecutivo de La Despensa, declaró que: “Nos emocionó el mensaje que nos llegó de Max; y a partir de ahí decidimos sumar lo que como agencia podemos aportar: trabajo, compromiso y creatividad para intentar conseguir más donaciones, con el objetivo de transmitir esa emoción que nos llegó a nosotros y que eso movilice a la gente”
La agencia, con la ayuda de Alberto García Alix, Premio Nacional de Fotografía, se unió junto a un gran equipo de profesionales de diferentes entidades relacionadas con el cine, las motos y la comunicación para crear esta película que semeja a la famosa película de “Mad Max, furia en la carretera” de George Miller. Max es un apasionado de las motos y en la historia se le ve combatiendo a «la sombra», que representa al cáncer, montado en su motocicleta. La narrativa, llena de coraje y esperanza, busca inspirar al público a unirse a la lucha contra esta enfermedad.
“El día de grabación en Toledo fue una pasada, toda esa gente trabajando tantas horas y pendientes de mí. Conocer a los moteros, que cenamos con ellos la noche antes. A todo el equipo de producción y el catering que estaba muy bueno. Lo más pesado fue la sesión de fotos con Alberto, pero han quedado súper todas las fotos. Además, pasamos unos días en Madrid con la familia y comimos Kebab cerca de la Plaza Mayor” detalla Max Villaroig acerca de cómo fue la experiencia del rodaje. “Me han explicado que somos pocos casos con tumores con el mío y que el cáncer se cura gracias a la investigación, pero que el dinero va a enfermedades que la tienen más gente, así que le queda poco al cáncer infantil, por eso queremos recaudar mucho dinero para que todos los niños se curen.”
Ignacio Villaroig y Carmen Saura, padres del pequeño Max: “Creemos que hemos ido pasando fases, al inicio, conmoción, incredulidad y negación; después de un tiempo cuando los peores diagnósticos se confirman, miedo, culpabilidad y mucha tristeza. En nuestro caso hubo un punto, ya no recordamos cuando, que decidimos tomar el control de las decisiones y actuar en las partes de esta enfermedad que dependen de nosotros, como hacer esta acción con Max.”
Alberto García Alix, director de fotografía y creador de las imágenes de los carteles, ha transmitido en su trabajo para Good Max toda la estética de la película americana en la que se ha inspirado la película: “Para mí es necesario participar en estas implicaciones voluntarias, y más aun tratándose de la lucha contra el cáncer infantil. Estas acciones son una forma de devolver a la sociedad algo que nos pertenece a todos: la salud”.
El Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona, donde Max acude cada día después del colegio a sus sesiones de radioterapia, es uno de los centros pediátricos más importantes de Europa encargado de impulsar la investigación y la innovación en salud prenatal e infantil. Uno de los médicos que trata a Max es el Doctor Andrés Morales, Oncólogo y director Asistencial SJD Pediatric Cancer Center Barcelona: “El cáncer infantil o de desarrollo es una enfermedad minoritaria y ocurre entre los cero y los veintipocos años de la vida. La investigación tiene un papel fundamental sobre todo desde centros como el nuestro, ya que, al ser una enfermedad poco frecuente, no está priorizada en agendas públicas ni privadas. Por eso, la filantropía nos permite avanzar en la investigación y en el descubrimiento, no sólo de cómo funcionan estas enfermedades, sino de cómo podemos tratarlas mejor. Afortunadamente en los últimos años, en algunas pocas entidades hemos podido avanzar y mucho con tratamientos más específicos y menos tóxicos.”
En este campo, cobra especial importancia el papel de la Fundación San Joan de Déu, organismo encargado de recibir los fondos y donaciones solidarias fruto de este proyecto. El objetivo de la Fundación es trabajar conjuntamente con los hospitales y centros de San Juan de Dios para ampliar el conocimiento científico y mejorar la atención sanitaria a las personas que sufren problemas de salud. Emma Perrier, del departamento de Atención al Donante del Hospital Sant Joan de Déu Barcelona ha revelado que “El 70% de nuestro presupuesto proviene de particulares y organismos privados. Sin esta ayuda, la investigación contra el cáncer infantil no sería posible. Hoy en día el 80% de los niños que sufren cáncer se curan, mientras que el otro 20% son tumores que no tienen un tratamiento eficaz. Por eso es muy importante impulsar y acelerar la investigación para encontrar unos tratamientos eficaces para dichos tumores. Dentro de ese 80% de pacientes que se curan, 1 de cada tres, sufrirá secuelas de los tratamientos que han sufrido, siendo necesario mejorarlos y disminuir su toxicidad. La investigación es la única vía para cambiar el futuro de esta enfermedad”
El propósito del proyecto Good Max busca concienciar de la importancia de la investigación contra el cáncer infantil y su objetivo principal es recaudar fondos junto al Sant Joan de Déu para la fundación del propio hospital, encargada de que la investigación en España siga creciendo.
Dentro de esta acción de implicación altruista, capitaneada por la agencia creativa La Despensa, han colaborado diferentes entidades como Antiestático, Mcnulty, Beat Music, W.T.F, Machete Co y QMS Comunicación.