“Cada 22 de marzo, el Día Mundial del Agua nos recuerda la importancia de este recurso esencial para la vida y el desarrollo sostenible. La problemática del agua se ha convertido en un tema prioritario que preocupa especialmente a la UGT y que exige soluciones urgentes y responsables en beneficio de toda la población.
En diversas regiones del país, el acceso al agua potable sigue siendo una lucha diaria. Miles de personas se enfrentan a la contaminación de fuentes hídricas por nitratos y otros agentes tóxicos, poniendo en riesgo su salud y calidad de vida. No deberíamos permitir que este problema persista en el siglo XXI. Es imperativo invertir en infraestructuras hídricas y garantizar el derecho universal al agua, como dicta la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La gestión de los recursos hídricos también está marcada por conflictos, como los relacionados con el trasvase Tajo-Segura. Este modelo de distribución debe ser revisado con criterios de equidad y sostenibilidad. Es fundamental garantizar los caudales ecológicos y priorizar las necesidades de las comunidades locales, evitando la sobreexplotación y el agotamiento de los recursos.
En nuestra región, contamos con una riqueza natural impresionante, que incluye humedales de relevancia internacional como las Tablas de Daimiel y las Lagunas de Ruidera. Estos espacios son vitales para la biodiversidad, la regulación climática y el equilibrio ambiental. Sin embargo, el cambio climático, la contaminación y la gestión inadecuada han puesto en peligro su supervivencia. Proteger estos ecosistemas no es solo un deber ambiental, sino un compromiso con las generaciones futuras.
El debate sobre la regulación de las macroempresas que utilizan grandes cantidades de agua es, sin duda, crucial en el contexto actual de crisis climática y escasez hídrica. Estas empresas, muchas de ellas vinculadas a la agricultura intensiva, la industria o incluso a la embotelladora de agua, representan un desafío para el equilibrio entre el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental. Estas macroempresas suelen operar bajo dinámicas económicas que priorizan el lucro sobre la sostenibilidad. A menudo, su sobreexplotación de recursos hídricos puede generar graves consecuencias, como la desecación de acuíferos, la pérdida de biodiversidad y el agravamiento de conflictos sociales. Además, en algunos casos, utilizan prácticas que afectan la calidad del agua, contribuyendo a la contaminación que impacta de forma irreversible a los ecosistemas y comunidades cercanas.
En este contexto, mi reflexión como responsable de Agenda2030 del sindicato en la región, gira en torno a una pregunta fundamental: ¿a quién pertenece el agua? Si aceptamos que el agua es un bien común y no una mercancía, debemos actuar en consecuencia, priorizando la vida, el bienestar colectivo y la salud del planeta por encima del beneficio privado. La regulación no es una barrera para el desarrollo, sino un paso hacia un modelo económico que respete los límites de la naturaleza y las necesidades de las generaciones presentes y futuras.
Se me vienen a la cabeza acciones concretas para afrontar esta problemática… impulsar campañas educativas que fomenten prácticas sostenibles en el uso del agua, implementar tecnologías eficientes para optimizar el consumo hídrico en hogares, empresas y agricultura, establecer políticas públicas que garanticen el acceso al agua potable como un derecho humano esencial, mejorar las infraestructuras en comunidades afectadas por la contaminación del agua, exigir una gestión transparente y justa del agua en todo el territorio nacional respetando los caudales ecológicos, o incluir a la sociedad civil en la toma de decisiones sobre el uso y distribución del agua, entre otras.
Desde UGT Castilla-La Mancha reafirmamos nuestro compromiso con la Agenda 2030, destacando los ODS 6 (Agua limpia y saneamiento) y 13 (Acción por el clima). Insisto en que una gestión hídrica equitativa y la protección de los ecosistemas acuáticos son fundamentales para construir una hábitat más justo, sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
En este Día Mundial del Agua, es hora de que todos los actores sociales y políticos, desde las administraciones y agentes sociales hasta la ciudadanía, unamos fuerzas en defensa de este recurso vital. El agua no es un lujo, es un derecho. Su gestión debe reflejar esta realidad y garantizar un futuro donde cada gota cuente.
Preservar el agua hoy es garantizar la vida mañana. ¿Estamos preparados para asumir este compromiso? La respuesta no puede esperar.
Pedro Mota, secretario de Agenda 2030, Seguridad y Salud Laboral de UGT CLM