Cuadernos Manchegos
Los carnavales

Los carnavales

Celebraciones donde nos despegamos de los problemas cotidianos.

Pues sinceramente, en estos momentos los carnavales se nos presentan de una forma algo distinta que en otras ocasiones, porque las circunstancias sociales, económicas y políticas tampoco se encuentran en una situación donde podamos estar excesivamente contentos, porque es evidente que estamos pasando fechas que no nos proporcionan excesivas alegrías, ni tan siquiera muchas cosas que celebrar.

Recordemos que los carnavales son fiestas antiquísimas y se iniciaron con una festividad de tipo pagano en celebración en honor a la fertilidad y que se llamaba Lupercalia con actos en cuevas en dignificación al Dios Pan o a Arcadia y era considerada en los tiempos de la dominación romana como actos fuera de lugar y calificadas como licenciosas y los cristianos intentaron suprimirlas, pero finalmente estas fiestas las incorporaron a las de la Resurrección y por ello se declaró que el martes sería el ultimo día de la celebración de fiestas. Los franceses pusieron a este día con el calificativo de Mardi Gras, es decir, el Martes Gordo, que durante los actos se paseaba un toro por las calles como símbolo del día. Y son los que estabilizaron estas fiestas y los desfiles de máscaras.

Realizadas estas premisas de los orígenes de las fiestas de carnaval hemos de considerar que los tiempos actuales no son de los más halagüeños para festividades, reconociendo que los dos últimos años no han permitido tampoco de ninguna manera en poder haber realizado nuestras actividades sociales con normalidad y los ciudadanos necesitan alguna salida amable y alegre para poder quitarnos de la distensión que están provocando los acontecimientos, pero, poniéndonos en la realidad, la vida cotidiana no está para muchas celebraciones.

La pandemia parece que va disminuyendo paulatinamente, aunque no con los resultados y datos estadísticos que todos desearíamos. La problemática de los costes en la energía eléctrica también está suponiendo un serio problema, unido a la subida de las gasolinas y por supuesto las subidas que están incidiendo en el precio de los productos alimenticios que está siendo evidente y sin freno posible. Todos ellos están repercutiendo en la economía y en las posibilidades de un mejor nivel de vida que, aunque no queramos entenderlo, nos está perjudicando en nuestros entretenimientos y momentos de diversión también necesarios.

No digamos nada del nivel político que estamos pasando, porque nuestros representantes no parece que se encuentren en una situación muy boyante con las continuas disputas que tampoco auguran una felicidad especial.

Ya, y con el fin de disponer de una información más amplia, haya que considerar la invasión de Rusia a Ucrania que va a suponer unos delicados problemas para los ciudadanos ucranianos que va a producir situaciones dramáticas que no debemos obviar.

Bueno, pues hay que celebrar los carnavales y así poder tener unos momentos de relax que alivie en parte estos tiempos poco afortunados de nuestra vida social y no digamos de la económica, pero eso no quita que estemos preocupados por ello, pero que al mismo tiempo podamos disfrutar de un tiempo de distensión mental que también nos hace falta, como medicamento que nos puede aliviar de la indudable presión que nos está trayendo esta vida, reconociendo que la felicidad completa es muy difícil de conseguir.

Celebremos estos días con la mejor voluntad que nos permita disponer de un hueco en nuestra vida diaria, sin que queramos narrar unos acontecimientos imposibles de solucionar y dejemos a un lado la situación actual con la mente ocupada en saber que todo pasará en breve tiempo y que los carnavales puedan servir de un homenaje a la mejora de los próximos tiempos.

Sergio Bernao