España es envidiable y cada vez es mayor la admiración que debemos tener de nuestros entornos naturales que nos encontramos en nuestros recorridos en lugares donde tuvieron su propia historia y sus costumbres arraigadas que permitieron durante siglos mantener un entorno natural lleno de belleza.
La evolución de la dinámica poblacional, la falta de recursos de la vida moderna y la evolución de las economías, ha llevado consigo la lenta desaparición de núcleos de población donde sus habitantes llevaron una vida tranquila y sosegada, manteniéndose con las necesidades mínimas necesarias para subsistir y para generar vida y ámbitos costumbristas muy especiales en cada caso.
Bien es cierto que la agitada vida que España ha mantenido desde la época de los celtas hasta nuestros días ha sido convulsiva y, muchas veces atosigante por nuestras continuas luchas por crear un país moderno, pero nuestra historia está repleta de acontecimientos fundamentalmente bélicos a lo largo de nuestros siglos.
Sin embargo, han existido siempre poblaciones que, sin haber tenido esta intensidad guerrera han seguido existiendo y han mantenido esa idiosincrasia de la que finalmente solamente han quedado vestigios de su época más cívica y solidaria, manteniendo esa belleza natural que, aunque castigada por los acontecimientos históricos, siguen sustentando su legado histórico digno de recordar y que la mayoría de los españoles desconocemos y que es necesario sacar a la luz y proporcionar la visibilidad que se merecen.
Este es el caso que nos hemos encontrado con esta población que a continuación reseñamos.
ALACÓN (Teruel)
Localidad y municipio situado al norte de la provincia, correspondiendo con la comarca de Andorra-Sierra de Arcos, a 702 metros de altitud, con una superficie del término municipal de 4.750 hectáreas y que en el año 2023 disponía de 212 habitantes, aunque en invierno residen la mitad. Limitando con los términos de Ariño, Oliete y Muniesa. Como es lógico la despoblación es evidente y la permanencia de la localidad está muy poco asegurada y con poco futuro de mantenimiento, aunque dispone de escuela y de servicios mínimos: bar municipal y un supermercado.
El pueblo se encuentra acoplado en un alto cerro donde confluyen los barrancos de la Muela y del Mortero.
En la zona de la localidad se encuentra la Ermita de San Miguel del siglo XVII, restaurada y en el casco urbano la Ermita de El Calvario del siglo XVI, de estilo gótico renacentista con una sola nave, donde, en sus proximidades, se encuentra un torreón medieval conocida como Torre Vieja.
En la parte alta se encuentra la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de estilo barroco en una zona rocosa del llamado Cerro Felio y el barranco del Mortero, desde el que se puede contemplar el valle del río Martín.
Forma parte del Parque Cultural del Río Martín, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, por la existencia de distintos cañones y barrancos, donde se encuentran númerosos cobijos con pinturas rupestres.
Existe un Parque Eólico de observación del Plan Ambiental de la zona junto con Muniesa y un Centro de Interpretación Paleontológico Francisco Andreu.
CUEVAS
Las 500 cuevas comprobadas de la localidad se localizan en la ladera norte del cerro, debajo de la Iglesia en hileras o calles abiertas en la parte alta del cerro, donde se sitúan las más antiguas y rodeando y formando un camino serpenteado van descendiendo hasta llegar a las partes más bajas, donde se encuentran las más nuevas.
En ellas se elaboraba el famoso vino de Alacón y en algunas se sigue elaborando vino, para las festividades y reuniones de tipo festivo entre familiares, compañeros y/o amigos y celebraciones como bodas y bautizos.
Las viñas han ido despareciendo, pero todavía se elabora vino en algunas cuevas.
Las bocas de las cuevas se encuentran adinteladas con un pequeño porche y con arcos rebajados o falsos arcos adintelados apuntados por aproximación de hiladas de piedra. Las más tradicionales se hacen con dinteles formados por naderos dabastados.
El vino que se produce en estas cuevas tienen bastantes grados y de uncolor muy oscuro. En las cuevas se mantiene el vino en un tonel que anualmente se rellena para que el vino se vaya añejando.
