En Castilla-La Mancha 44.000 personas teletrabajan; representan tan solo un 5,1% del total de personas ocupadas de la región. Así se desprende de los últimos datos publicados por la Encuesta de Población Activa relativos al año 2022, un periodo en el que se confirma que el trabajo a distancia es un fenómeno que no ha llegado para quedarse ni en Castilla-La Mancha ni en el resto del país y es que -después del boom que hubo en 2020 a causa de la pandemia- la cifra de ocupados que trabajan más de la mitad de los días de su jornada en el domicilio ha descendido considerablemente en 2022, un 28% respecto a 2021.
Según los datos que maneja el sindicato y a pesar de que el uso del teletrabajo es mayor que en los años anteriores a la crisis del Covid, todo indica que 2022 ha sido el año en el que ha decaído de manera considerable el trabajo a distancia, tendencia que Castilla-La Mancha comparte con el resto de regiones.
Castilla-La Mancha está por debajo de la media nacional en cuanto a teletrabajo. A nivel nacional, el 7,6% de las personas ocupadas teletrabajan, siendo Madrid de manera destacada -con un 13,2%- la que más usa esta modalidad de trabajo. A Madrid le siguen Cataluña y Asturias, las dos con un porcentaje del 8,9%.
La secretaria de Empleo de UGT CLM, Isabel Carrascosa, recuerda que las personas que teletrabajan tienen los mismos derechos que aquellos que acuden presencialmente a sus centros de trabajo, es el caso del derecho a la desconexión digital, a la conciliación, a la formación, a la promoción profesional y al de la dotación de los medios y equipos necesarios y a la compensación de gastos.
En este sentido, advierte de los peligros que puede suponer el teletrabajo a la hora de la desconexión del trabajador y es que -según calcula el sindicato- 7 cada 10 personas no pueden acceder a un teletrabajo con garantías de desconexión digital.
“El teletrabajo en Castilla-La Mancha y en el resto del país sigue siendo una asignatura pendiente, no solo por ser una modalidad aún muy minoritaria en comparación con otros lugares de la UE, sino también por la falta de regulación. De hecho, solo el 13% de los convenios firmados en 2021 contenían cláusulas referentes al teletrabajo. Además, muchas empresas tienen malas prácticas por no dotar a los trabajadores de los medios necesarios”.
Relacionado con el teletrabajo y el uso de las nuevas tecnologías en el trabajo existe una serie de factores psicosociales y organizativos a los que hay que prestar atención para que no se materialicen en daños para la seguridad y salud de los trabajadores y trabajadoras, como por ejemplo, el tiempo de trabajo, la hiperconectividad, la carga de trabajo cuantitativo, la sobrecarga cualitativa…