El certamen invita a diseñar conceptualmente un memorial en un sitio conocido de pruebas nucleares desmanteladas, como homenaje al Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares adoptado por la ONU en 2017, en el 75.º aniversario de los bombardeos de Nagasaki e Hiroshima. En esta cuarta edición, el proyecto de González Blanco ha destacado “por su innovadora aproximación a este delicado tema, proponiendo un diseño que invita a la reflexión y el diálogo global”.
El diseño ganador, titulado ‘Hidden Forest’, elige para el memorial el cráter de Sedan en el desierto de Nevada (Estados Unidos), resultado de una detonación que en 1962 desplazó doce millones de toneladas de tierra. El arquitecto, que actualmente desempeña su labor profesional en Alemania, propone rellenar el hoyo generado, de 100 metros de profundidad y 390 metros de diámetro, con árboles dispuestos en círculos concéntricos, generando un bosque escalonado en las laderas del cráter y una laguna en el centro. La masa forestal crea así “la impresión de un oasis escondido, que contrasta fuertemente con el paisaje circundante, marrón, árido y casi desértico”.
El jurado internacional, compuesto por Flora Lee, de la oficina de Los Ángeles MAD Architects; Olha Kleytman de SBM Studio en Kharkiv, Ucrania; Paul Monaghan de Allford Hall Monaghan Morris | AHMM en Londres; el artista británico Peter Newman; Vincent Panhuysen, cofundador de KAAN Architecten en los Países Bajos; el arquitecto británico James Whitaker; y Wu Ziye, de Mix Architecture en China, ha destacado los importantes valores de esta propuesta, “un oasis en un paisaje desesperado”.